LEY DEL ABORTO. Zapatero aboga por evitar "interferencias" en la libre decisión de la mujer sobre el aborto. COLPISA. Madrid
La posibilidad de que las jóvenes de 16 y 17 años aborten sin necesidad de consentimiento paterno es el punto más controvertido del anteproyecto para la nueva ley del aborto y varios miembros del Gobierno, con su presidente al frente, salieron este martes en defensa de la libertad de estas menores para decidir "sin interferencias".
Para José Luis Rodríguez Zapatero, los 16 años es la edad "habitual" para una decisión autónoma de la joven en las legislaciones europeas sobre el aborto que guían la futura normativa española. A esa edad, hoy una adolescente española puede someterse a una operación a corazón abierto, a una intervención de cirugía estática o donar un órgano sin necesidad de permiso paterno porque así lo recoge la Ley de Autonomía del Paciente. La futura ley del aborto extenderá ese derecho también a la interrupción voluntaria del embarazo porque es una decisión transcendental "en la que debe primar la voluntad de la mujer" y también el derecho "a su intimidad", refrendó el jefe del Ejecutivo.
En rueda de prensa con su homólogo de la República Dominicana, Leonel Fernández, Rodríguez Zapatero insistió en el carácter preventivo de la futura ley, que irá acompañada de una completa estrategia en educación sexual y reproductiva para evitar embarazos no deseados y abortos. El texto sustituirá a la ley vigente de 1985 y apuntalará las garantías jurídicas para las mujeres que decidan abortar y los profesionales sanitarios que realicen las intervenciones.
El presidente está convencido de que los casos en los que una menor aborte sin que lo sepa su entorno familiar serán "excepcionales". "Tengamos confianza en ellas", pidió. Ante una disyuntiva tan seria como tener un hijo o no, "la mayoría de las mujeres compartirán su decisión con quien estimen conveniente, padres, hermanos, amigos " En caso de que no fuera así, la ley garantizará que la decisión sea "la de ellas", sin "interferencias", apostilló.
Encrucijada moral
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, salió también de defensa de la capacidad de las jóvenes de 16 y 17 años para decidir por su cuenta, aunque lo idóneo sería que en las familias se diera el clima idóneo "de respeto mutuo, y que las chicas que tomen esta importante decisión lo hagan acompañadas por sus padres y su círculo íntimo". En declaraciones a la Cadena Ser, Aído dijo entender las reticencias y dudas que la nueva ley del aborto suscita en mucha gente, incluidos compañeros del Partido Socialista. "Son cuestiones que llevan a encrucijadas morales, pero al Gobierno no le compete el ámbito de los sentimientos", sino -añadió- "garantizar la máxima seguridad jurídica" a las mujeres que se ven en ese trance.
La ministra admitió que el texto de la ley del aborto puede sufrir modificaciones a su paso por el Congreso, aunque no precisó cuáles son los límites infranqueables para el Gobierno, ni si el punto sobre el aborto de las menores de edad podría incluir la 'información' a los padres como fórmula de compromiso. La futura norma sobre la interrupción voluntaria del embarazo tendrá carácter orgánico y su aprobación en el Congreso necesita de mayoría absoluta, la mitad más uno de los escaños, 176, ocho más de los que tiene el grupo socialista.
Se da la circunstancia, sin embargo, de que en los debates previos sobre la reforma del aborto en la Comisión de Igualdad de la cámara baja, ninguno de los grupos favorables a la nueva ley, y a los que recurrirá el PSOE en la votación definitiva en pleno, exigía cautelas o tutelaje paterno para los abortos en jóvenes de 16 o 17 años. Ni Esquerra Republicana, ni IU, o Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), que suman 5 votos, ni la mayoría del Grupo Mixto (7 diputados) son partidarios de alterar el texto del Gobierno en ese punto. En febrero pasado estos grupos consensuaron con el PSOE un texto que aconsejaba suprimir la hoy preceptiva autorización paterna. Algunos, incluso, reclaman una ley más audaz, con plazos para el aborto libre de 20 ó más semanas en lugar de las 14 planteadas por el Ejecutivo. El PP no votará a favor de la ley en ningún caso, ni modificándola de arriba abajo. Y en cuestiones de conciencia y moral, tanto CiU como el PNV dejan tradicionalmente libertad de voto a sus diputados.
La posibilidad de que las jóvenes de 16 y 17 años aborten sin necesidad de consentimiento paterno es el punto más controvertido del anteproyecto para la nueva ley del aborto y varios miembros del Gobierno, con su presidente al frente, salieron este martes en defensa de la libertad de estas menores para decidir "sin interferencias".
Para José Luis Rodríguez Zapatero, los 16 años es la edad "habitual" para una decisión autónoma de la joven en las legislaciones europeas sobre el aborto que guían la futura normativa española. A esa edad, hoy una adolescente española puede someterse a una operación a corazón abierto, a una intervención de cirugía estática o donar un órgano sin necesidad de permiso paterno porque así lo recoge la Ley de Autonomía del Paciente. La futura ley del aborto extenderá ese derecho también a la interrupción voluntaria del embarazo porque es una decisión transcendental "en la que debe primar la voluntad de la mujer" y también el derecho "a su intimidad", refrendó el jefe del Ejecutivo.
En rueda de prensa con su homólogo de la República Dominicana, Leonel Fernández, Rodríguez Zapatero insistió en el carácter preventivo de la futura ley, que irá acompañada de una completa estrategia en educación sexual y reproductiva para evitar embarazos no deseados y abortos. El texto sustituirá a la ley vigente de 1985 y apuntalará las garantías jurídicas para las mujeres que decidan abortar y los profesionales sanitarios que realicen las intervenciones.
El presidente está convencido de que los casos en los que una menor aborte sin que lo sepa su entorno familiar serán "excepcionales". "Tengamos confianza en ellas", pidió. Ante una disyuntiva tan seria como tener un hijo o no, "la mayoría de las mujeres compartirán su decisión con quien estimen conveniente, padres, hermanos, amigos " En caso de que no fuera así, la ley garantizará que la decisión sea "la de ellas", sin "interferencias", apostilló.
Encrucijada moral
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, salió también de defensa de la capacidad de las jóvenes de 16 y 17 años para decidir por su cuenta, aunque lo idóneo sería que en las familias se diera el clima idóneo "de respeto mutuo, y que las chicas que tomen esta importante decisión lo hagan acompañadas por sus padres y su círculo íntimo". En declaraciones a la Cadena Ser, Aído dijo entender las reticencias y dudas que la nueva ley del aborto suscita en mucha gente, incluidos compañeros del Partido Socialista. "Son cuestiones que llevan a encrucijadas morales, pero al Gobierno no le compete el ámbito de los sentimientos", sino -añadió- "garantizar la máxima seguridad jurídica" a las mujeres que se ven en ese trance.
La ministra admitió que el texto de la ley del aborto puede sufrir modificaciones a su paso por el Congreso, aunque no precisó cuáles son los límites infranqueables para el Gobierno, ni si el punto sobre el aborto de las menores de edad podría incluir la 'información' a los padres como fórmula de compromiso. La futura norma sobre la interrupción voluntaria del embarazo tendrá carácter orgánico y su aprobación en el Congreso necesita de mayoría absoluta, la mitad más uno de los escaños, 176, ocho más de los que tiene el grupo socialista.
Se da la circunstancia, sin embargo, de que en los debates previos sobre la reforma del aborto en la Comisión de Igualdad de la cámara baja, ninguno de los grupos favorables a la nueva ley, y a los que recurrirá el PSOE en la votación definitiva en pleno, exigía cautelas o tutelaje paterno para los abortos en jóvenes de 16 o 17 años. Ni Esquerra Republicana, ni IU, o Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), que suman 5 votos, ni la mayoría del Grupo Mixto (7 diputados) son partidarios de alterar el texto del Gobierno en ese punto. En febrero pasado estos grupos consensuaron con el PSOE un texto que aconsejaba suprimir la hoy preceptiva autorización paterna. Algunos, incluso, reclaman una ley más audaz, con plazos para el aborto libre de 20 ó más semanas en lugar de las 14 planteadas por el Ejecutivo. El PP no votará a favor de la ley en ningún caso, ni modificándola de arriba abajo. Y en cuestiones de conciencia y moral, tanto CiU como el PNV dejan tradicionalmente libertad de voto a sus diputados.
El Gobierno defiende la reforma del aborto y la Educación para la Ciudadanía ante el Vaticano. ATLAS 2009-02-04
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha defendido ante el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, la reforma de la ley del aborto en la que trabaja el Parlamento y la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC).Estas dos polémicas cuestiones para la Iglesia Católica han centrado parte de la reunión de más de una hora que De la Vega ha mantenido en el Palacio de la Moncloa con Bertone, un encuentro que fuentes de la Vicepresidencia han calificado de "muy cordial" y han enmarcado en el clima de "respeto, cooperación y autonomía" que rige las relaciones bilaterales. Según han informado estas fuentes, De la Vega también ha explicado al número dos del Vaticano la modificación de la Ley de Libertad Religiosa que prepara el Gobierno para "adaptarla a la diversidad de la sociedad española" y le ha garantizado que "en ningún momento se van a tocar los acuerdos con la Santa Sede".Bertone, que se encuentra en Madrid en visita privada, mantiene una apretada agenda de reuniones, que ha comenzado con el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para continuar después con la vicepresidenta, el Rey y el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.Ante las cámaras de televisión que han podido grabar el inicio de su encuentro con De la Vega, el secretario de Estado del Vaticano ha elogiado la elegancia y el colorido del traje de la vicepresidenta, a la que ya conocía de un anterior encuentro en Roma en 2007.Por su parte, el diputado de IU, Gaspar Llamazares, vinculó el hecho de que los grupos parlamentarios no tuvieran que presentar hoy su informe sobre las conclusiones de la subcomisión del aborto con la visita a España del secretario del Estado del Vaticano, y advirtió de que "ningún grupo parlamentario va a tolerar que el Gobierno ponga la agenda del Parlamento al servicio de sus relaciones con el Vaticano".
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha defendido ante el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, la reforma de la ley del aborto en la que trabaja el Parlamento y la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC).Estas dos polémicas cuestiones para la Iglesia Católica han centrado parte de la reunión de más de una hora que De la Vega ha mantenido en el Palacio de la Moncloa con Bertone, un encuentro que fuentes de la Vicepresidencia han calificado de "muy cordial" y han enmarcado en el clima de "respeto, cooperación y autonomía" que rige las relaciones bilaterales. Según han informado estas fuentes, De la Vega también ha explicado al número dos del Vaticano la modificación de la Ley de Libertad Religiosa que prepara el Gobierno para "adaptarla a la diversidad de la sociedad española" y le ha garantizado que "en ningún momento se van a tocar los acuerdos con la Santa Sede".Bertone, que se encuentra en Madrid en visita privada, mantiene una apretada agenda de reuniones, que ha comenzado con el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para continuar después con la vicepresidenta, el Rey y el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.Ante las cámaras de televisión que han podido grabar el inicio de su encuentro con De la Vega, el secretario de Estado del Vaticano ha elogiado la elegancia y el colorido del traje de la vicepresidenta, a la que ya conocía de un anterior encuentro en Roma en 2007.Por su parte, el diputado de IU, Gaspar Llamazares, vinculó el hecho de que los grupos parlamentarios no tuvieran que presentar hoy su informe sobre las conclusiones de la subcomisión del aborto con la visita a España del secretario del Estado del Vaticano, y advirtió de que "ningún grupo parlamentario va a tolerar que el Gobierno ponga la agenda del Parlamento al servicio de sus relaciones con el Vaticano".
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