¿Qué está pasando entre los jóvenes?
"Las preguntas y las falsas creencias siguen siendo las mismas que podrían plantearse en 1981, cuando no había tantos servicios ni consultas sobre sexo", asegura Paloma Rivero, directora del centro madrileño.
Que si con la regla no te puedes quedar embarazada ("siempre hay riesgo de embarazo durante todo el ciclo sexual, aunque con la regla sea bastante menor", les contesta Paloma Rivero). Que si la primera vez nunca te quedas ("falso"). Que si lo haces de pie no te quedas embarazada ("falso también"). Que cuánto tiene que durar la relación sexual ("depende, no hay recetas"). Que si es verdad que algunos días del ciclo no se puede quedar embarazada ("falso; se pueden producir ovulaciones espontáneas en cualquier momento del ciclo menstrual. A ese método erróneo de anticoncepción se le llama Ogino. Media España se podría llamar Ogino en honor al nombre del médico que estudió el ciclo menstrual y dijo que había días de mayor y menor riesgo. No tuvo en cuenta Ogino que el ciclo puede variar por distintas razones"). Que si hay riesgo de embarazo con coito anal ("no, a no ser que el semen se vierta fuera y llegue a la entrada de la vagina"). Que si se eyacula en una bañera y la chica se baña puede quedarse embarazada ("falso, los espermatozoides no nadan"). Que si se puede utilizar el preservativo dentro del agua ("sí, siempre que se coloque fuera del agua"). Que si es normal que las primeras veces duela la vagina. "Las jóvenes que tienen más mitos asociados a la sexualidad y creen que les va a doler, que se van a desgarrar, que se van a morir de dolor, es muy probable que sufran. Pero el himen no es una barrera que no deja pasar el pene, sino una membrana que puede haberse roto antes por muchos motivos, como hacer gimnasia. Y hay mujeres que nacen sin himen. Y otras a las que no se le rompe y llegan al parto con el himen intacto".
En todos los teléfonos y centros de información sexual el miedo al embarazo acapara la mayoría de las preguntas. "Hasta el punto de que hay verdaderas obsesiones y paranoias. Chicas que te llegan a preguntar: "Acabo de tener la regla, pero me parece que estoy embarazada; ¿es posible?", comenta Marisa Díaz, sexóloga del teléfono de información sexual de Andalucía.
"Otra pregunta muy frecuente en las consultas", añade Eva Rodríguez Armario, directora de la clínica Sur, "es cuando la chica te dice: "Yo no suelo tener orgasmos haciéndolo. ¿Eso es normal?" Entonces dan ganas de decirle: Ay, hija, si yo te contara... Entre que ellos eyaculan enseguida y que no saben que la mayoría de las mujeres alcanzamos la excitación mayor mediante el clítoris, no te puedes imaginar lo normal que es".
Siempre las mismas preguntas Las preguntas son las mismas de hace años. Y los errores a la hora de colocarse el condón, también. En Sevilla, Francisco Algaba, dueño de la tienda Autoservicio del Preservativo, explica a los jóvenes "y a los no tan jóvenes" cómo hay que ponerse el condón. Y se vale de un tubo para la lección práctica. "A pesar de que las instrucciones de uso, obligatoriamente, han de venir en todas las cajas de preservativos, mucha gente no sabe ponérselo. Lo primero que les digo es que un condón se pone mejor con tres manos que con dos. Es mejor que la mujer se implique de todo: de la compra, de la colocación... Después les digo que con un dedo hay que sujetar la punta del condón para que no coja aire. Y después, irlo bajando. Como puede usted mismo apreciar, con dos manos es realmente difícil hacerlo. Y si no se aplasta la punta con el dedo se forma una bolsa de aire, y ese condón es una bomba de relojería: lo más probable es que se rompa al eyacular"."Además, mucha gente no sabe que antes de llover siempre chispea, y meten el pene, después lo sacan y se ponen el condón sólo para eyacular", explica Victoria Virtudes, de la clínica Dátor.
Las preguntas y los errores son los mismos. La venta de preservativos, según las compañías Control y Dúrex, permanecen estables desde hace años también. Pero el número de jóvenes precavidos a veces es lo único que disminuye. En 1995, el 25% de los adolescentes que llegaron a Dátor confesaban que no habían puesto ningún medio para evitar el embarzo. Cuatro años después eran el 44% los que asumían que no pusieron medios.
Todos los sexólogos y médicos consultados coinciden en que los grandes equívocos del sexo giran alrededor de una sola palabra: penetración.
"Lo que pasa es que en España estamos de vuelta sin haber ido a ningún sitio", comenta Héctor Magda, sexólogo con más de 15 años de experiencia. "Los chavales creen que conocen todos los métodos, todas las técnicas, y en realidad sólo tienen una idea superficial de ellos".
A las lagunas culturales de los adolescentes hay que añadir los obstáculos físicos que han de salvar los jóvenes para conseguir los anticonceptivos. "En muchos pueblos es casi imposible hacerse con ellos", señala Pedro Villegas, del teléfono andaluz de información sexual. "Entrar en una farmacia donde te conocen y conocen a tu novia es un trauma. Y las máquinas no siempre son la solución. En Andalucía nos hemos planteado instalarlas en algunos albergues juveniles. Pero el problema es que las compañías a veces no se comprometen a mantener la mercancía fresca y renovada. En agosto vi una máquina de condones en la puerta de una farmacia en Sevilla. Y le daba el sol de lleno horas y horas. Y lo de la píldora poscoito es otro mal trago. En Jaén capital, por ejemplo, es imposible conseguirla. Todos los médicos se han declarado objetores de conciencia. En Almería, muy difícil también. Algunos médicos están muy desinformados, creen que si la recetan, los padres del menor se les van a echar encima".
"Y en Madrid hay hospitales públicos donde todos los médicos se han declarado objetores", añade la sexóloga Paloma Rivero.
"En las charlas que doy en los colegios de pueblos algunas chavalas desconfían de que el médico vaya a revelar sus nombres en caso de embarazo", comenta Eva Rodríguez Armario. "Yo les digo que ellos, por ley, están obligados a garantizar la confidencialidad. Y las chavalas a veces me han contestado, y con mucha razón: "¿Pero qué ocurre con la auxiliar del médico que te ha visto nacer y crecer y que se está enterando de todo tu problema? ¿Se va a callar también?".
Rodríguez Armario, directora de la clínica Sur de Andalucía, resume la opinión de gran parte de los profesionales de este campo: "La información no basta, se trata de formar. Y eso significa machacar, insistir. Las charlitas que damos en los colegios sólo llegan a quienes ya están concienciados. El sexo es una asignatura transversal en la LOGSE, y al final nadie la da. El problema es que cuando son niños no queremos hablar de sexo con ellos. Y cuando son adolescentes son ellos los que ya no quieren hablar con nosotros. Hay que atenderles cuando te preguntan qué significa ese anuncio que sale en la tele hablando de reglas y de manchar, qué eran esos ruidos que se oían anoche en tu habitación, por qué le han dicho en la escuela a un niño marica... Los padres nunca nos damos cuenta de que nuestros hijos crecen, y además no queremos que crezcan. Una frase que yo oigo mucho entre las madres que vienen aquí con sus hijas es: "Pero si hasta hace tres días mi niña jugaba con muñecas".
Raúl Díaz, miembro del programa canario de educación afectiva Harimaguada coincide con su colega. "Siembra viento y tendrás tempestades. No sólo embarazos no deseados, sino violaciones, violencia de género, acoso... Esta sociedad y esta cultura está mirando hacia otro lado. Es hipócrita que la sociedad se escandalice por este problema y no los afronte".
"Ni en medicina, ni en psicología, ni en magisterio, ni en biología hay una asignatura concreta que aborde el tema del sexo. Y son profesionales que después tienen que explicarle estas cuestiones a los chavales", se lamenta Pedro Villegas, del teléfono andaluz de información sexual. "Yo voy a muchos colegios y les digo a los propios maestros que me dibujen los órganos de la mujer por dentro y por fuera. Y por dentro, todo el mundo dibuja estupendamente: el útero, los ovarios... Pero por fuera a menudo me dibujan una raja y ya está. Y por ahí se supone que hacen pipí, el amor, que tienen orgasmos..."
"A veces te encuentras excepciones maravillosas", comenta Eva Rodríguez Armario. "A mi hijo de nueve años le han explicado muy bien este año las cuestiones del sexo en la asignatura Conocimiento del Medio. Ha sido la maestra sustituta. Le explicó el embarazo y le habló de ella misma. Cómo se enamoró, cómo fue su embarazo... Hay colegios donde alguna madre embarazada acude a clase a explicarles cómo se siente y qué es el embarazo. Esas cosas, a la hora de la verdad, cuando llega la adolescencia, dan sus frutos. Hacen que la comunicación con tu hijo sea mucho más fácil".
De EL Pais. Francisco Peregil. De Federación de Planificación Familiar de España
http://www.fpfe.org/noticias.asp?idnoticia=100&idtipo=7 * Links relacionados:
- Educación sexual para padres y madres: "¿Hablas de sexualidad con tus hijas e hijos?"
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