Desde ayer, las escuelas inglesas pueden registrar a los alumnos con los mismos detectores de metales que se utilizan habitualmente en los controles de seguridad de los aeropuertos. La nueva legislación intenta limpiar los centros educativos de cuchillos y navajas, cada vez más habituales entre los estudiantes.
Será el personal escolar el que, con la autorización previa del director, lleve a cabo el cacheo cuando haya sospechas de que un alumno lleva encima un arma blanca. Cualquiera que se niegue al registro verá prohibida su entrada al centro. "Hasta ahora, si un profesor sospechaba que un chico llevaba un cuchillo, tenía que llamar a la policía y esperar a que llegara", declaró el ministro de Educación, Alan Jonhson, al comentar la entrada en vigor de la ley contra la reducción del delito violento.
"El mensaje es que traer a la escuela un arma blanca supone un delito", dijo. "Todo niño tiene derecho a aprender en un ambiente seguro. Afortunadamente, los incidentes con cuchillos en las escuelas son extremadamente raros y la mayoría no tendrá necesidad de recurrir a estas medidas".
La violencia de bandas juveniles y las peleas con navajas, en ocasiones mortales, empieza a ser una preocupación para la sociedad británica. Las estadísticas muestran que el 80% de los delitos cometidos con este tipo de armas fueron realizados por jóvenes de entre 12 y 20 años. En una encuesta del diario The Guardian el pasado año, el 50% del personal que trabaja en escuelas secundarias afirmó haber visto a algún alumno con un arma encima.
GENTE ENTRENADA La nueva ley, sin embargo, es considerada como potencialmente peligrosa por algunos colectivos, como la Asociación Nacional de Directores de Escuelas. Uno de sus portavoces subrayó ayer que el registro en busca de armas "debe ser realizado por gente que esté entrenada y convenientemente protegida". "El consejo a nuestros miembros será que llamen a la policía", aseguró.
Otros organizaciones, como la Asociación de Líderes de Escuelas e Institutos, consideran que la nueva ley puede ejercer un carácter disuasorio y lanzar a la sociedad un mensaje muy claro, "de que la violencia en las escuelas no será tolerada y de que el Gobierno respaldará a los directores para erradicarla".
Será el personal escolar el que, con la autorización previa del director, lleve a cabo el cacheo cuando haya sospechas de que un alumno lleva encima un arma blanca. Cualquiera que se niegue al registro verá prohibida su entrada al centro. "Hasta ahora, si un profesor sospechaba que un chico llevaba un cuchillo, tenía que llamar a la policía y esperar a que llegara", declaró el ministro de Educación, Alan Jonhson, al comentar la entrada en vigor de la ley contra la reducción del delito violento.
"El mensaje es que traer a la escuela un arma blanca supone un delito", dijo. "Todo niño tiene derecho a aprender en un ambiente seguro. Afortunadamente, los incidentes con cuchillos en las escuelas son extremadamente raros y la mayoría no tendrá necesidad de recurrir a estas medidas".
La violencia de bandas juveniles y las peleas con navajas, en ocasiones mortales, empieza a ser una preocupación para la sociedad británica. Las estadísticas muestran que el 80% de los delitos cometidos con este tipo de armas fueron realizados por jóvenes de entre 12 y 20 años. En una encuesta del diario The Guardian el pasado año, el 50% del personal que trabaja en escuelas secundarias afirmó haber visto a algún alumno con un arma encima.
GENTE ENTRENADA La nueva ley, sin embargo, es considerada como potencialmente peligrosa por algunos colectivos, como la Asociación Nacional de Directores de Escuelas. Uno de sus portavoces subrayó ayer que el registro en busca de armas "debe ser realizado por gente que esté entrenada y convenientemente protegida". "El consejo a nuestros miembros será que llamen a la policía", aseguró.
Otros organizaciones, como la Asociación de Líderes de Escuelas e Institutos, consideran que la nueva ley puede ejercer un carácter disuasorio y lanzar a la sociedad un mensaje muy claro, "de que la violencia en las escuelas no será tolerada y de que el Gobierno respaldará a los directores para erradicarla".
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