HUESCA. Los padres de una niña de 7 años denuncian a la maestra por pincharle en la mano 14 veces. La profesora de un colegio de Fraga admite que lo hizo con un lápiz por "corregir" a la menor. El juicio se celebrará el próximo día 18. J. Díaz/E. Puértolas. Fraga/Huesca
Los padres de una alumna del colegio concertado Santa Ana de Fraga han denunciado a una maestra por pinchar a su hija de 7 años en la mano izquierda hasta 14 veces con un lapicero. La profesora, que es a su vez tutora de la niña y directora de Primaria del centro, admite en su declaración ante la Guardia Civil que le pinchó varias veces porque consideraba que era lo correcto para “corregir” a la niña. El juicio se celebrará el próximo 18 de diciembre en los juzgados de Fraga.
Los hechos ocurrieron el pasado 7 de octubre en el aula de 2º curso a la que asiste la niña. Según la denuncia presentada por los padres el 16 de octubre, cuando la alumna estaba en clase pintando con un lapicero en la mano de una compañera, “al verlo, la profesora le quita el lápiz de la mano y con la misma se lo clava unas 14 veces en la mano izquierda causándole lesiones superficiales”.
La profesora reconoce los hechos
Por su parte, la docente reconoció los hechos con algunos matices en su declaración del mismo 16 de octubre. Según su relato ante la Guardia Civil, “una alumna se quejó varias veces de que la compañera que tenía al lado (la hija de los denunciantes), le había pinchado en la mano con un lapicero, entonces yo, como soy la profesora, consideré que lo correcto era corregir a la niña, fui a la mesa donde estaba sentada, cogí el lapicero y la pinché en la mano varias veces a la vez que le decía que si eso le molestaba. Le dije que no molestara y se sentara en su sitio, continuando la clase sin quejarse y finalizando las clases con normalidad”.
Al mismo tiempo, apuntó que no había comunicado a los padres lo sucedido porque no le dio importancia puesto que la niña no se había quejado. Sí que admitió que ese mismo día los padres se personaron en el centro a las 15.00 para que le explicaran lo sucedido. Relató que les contó lo expuesto anteriormente y que les pidió disculpas por ello, “ya que mi intención era solo corregir a la niña sin intención de hacerle daño”. No obstante, añadió que los padres habían regresado al centro alas 16.00 para hablar con la directora para que mediara en la situación.
La maestra resaltó en su declaración que el día 14 de octubre “se personó la niña en el colegio con total normalidad”. Además, apuntó que había sido el cumpleaños de la alumna. “Ella misma me pidió que le firmara la tarjeta de felicitación por lo que entiendo que la niña no le ha dado importancia, ni se le aprecian secuelas de lo sucedido”, añadió la docente.
Según el informe médico de la mutua Adeslas, la alumna tenía “lesiones puntiformes superficiales múltiples (aproximadamente 14) en dorso mano izquierda).
Tras esas visitas al centro, los padres enviaron el 30 de octubre una carta dirigida a la directora del colegio en la que piden que “la profesora sea relevada de la docencia en la clase de la niña por no haber ejercido correctamente su profesión ni haber observado los derechos del alumnado, al cometer un hecho contrario a las normas de convivencia”.
Juntas en el aula
En este escrito, también señalan que la respuesta de la dirección a sus visitas fue que “un mal día lo tiene cualquiera”. No obstante, el centro respondió el 9 de noviembre con otro escrito en el que decía que “se abre un expediente informativo para dilucidar los hechos acontecidos y, si fuera el caso a la vista de su resultado, tomar las actuaciones que en derecho correspondan”. Los padres afirman que no están haciendo nada.
Según confirmaron ayer desde la congregación de Santa Ana en Fraga, la profesora sigue dando clase y en su puesto directivo, pero rehusaron dar más detalles a la espera del juicio.
Los padres, en su carta al centro, apuntan que desde este día la niña “no va contenta al colegio” porque se encuentra a diario con la maestra y porque aprecia que tiene una actitud dura con ella. Este diario intentó localizar ayer sin éxito a la profesora denunciada.
HUESCA. Educación conocía la denuncia por agresión a la niña de 7 años pero "no puede interferir". Aclara que el colegio de Fraga en el que la maestra pinchó a la menor con un lápiz 14 veces es "privado concertado" y que la docente no tiene relación laboral con la administración. ELENA PUÉRTOLAS. Huesca
El Gobierno de Aragón conocía desde el principio la denuncia de los padres a una maestra del colegio concertado Santa Ana de Fraga por pinchar presuntamente a su hija de 7 años en la mano hasta 14 veces con un lápiz. Sin embargo, Educación asegura que "no puede interferir" puesto que hay abierto un proceso judicial. No obstante, puntualiza que es un centro "privado concertado" y que la relación laboral es entre el profesor y la dirección del centro y no con la administración. Hasta ahora, es la primera denuncia por agresión de un profesor a un alumno de la que tiene conocimiento Educación.
El día 18 se celebrará la vista en los juzgados de Fraga por unos hechos que la propia docente admitió en su declaración ante la Guardia Civil. La profesora, tutora de la clase de 2º de la alumna y directora de Primaria del centro, admitió que le pinchó varias veces porque consideraba que era lo correcto para "corregir" a la niña. Los hechos ocurrieron el pasado 7 de octubre y los padres pusieron la denuncia el día 16.
Sin embargo, Educación rehusó confirmar si se había realizado una inspección en el centro argumentando que decirlo podría interferir en el caso. Aunque aseguran que la mayoría de los problemas se resuelven en los colegios, el protocolo a seguir en los casos más graves es que el centro tiene que comunicarlo a la inspección, que hace un informe. Si se requiere una medida correctora, el centro tiene que adoptarla. En el caso de uno público, el encargado de ejecutarla es el director; mientras que en uno privado la medida se dirige a la propiedad que es con quien la administración tiene convenio. Si este no lo corrigiera, se podría abrir un expediente por incumplimiento del convenio. Pero, "Educación no puede expedientar al trabajador", aseguran.
Fuentes judiciales informaron ayer a Efe que la Fiscalía de Huesca aún no ha valorado la posibilidad de acusar a la denunciada en el juicio de faltas. Añadieron que la opción de imputar a la profesora, se valorará a lo largo de la vista, en la que comparecerá el Ministerio público.
Las asociaciones de padres
El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de centros concertados (FECAPA-Aragón), Pedro Martínez, comentó ayer que la actuación de la profesora "no parece correcta", pero que no suelen llegar estas incidencias a la Federación. "Entiendo que no hace falta comunicarlo a Educación porque es el centro con su autonomía el que debe actuar y el consejo escolar el que puede decidir. La administración no puede liderar la actuación sino garantizar que es correcta y de acuerdo a la ley", apuntó.
Por su parte, Ana Abán, presidenta de FAPAR (APA de centros públicos), comentó que las familias tienen que acudir al colegio y, si no resuelve, el centro tiene que avisar a la administración educativa. Le sorprendió que el caso haya salido a la luz porque "la comunidad educativa de los centros concertados quiere preservar su imagen social".
Los padres de una alumna del colegio concertado Santa Ana de Fraga han denunciado a una maestra por pinchar a su hija de 7 años en la mano izquierda hasta 14 veces con un lapicero. La profesora, que es a su vez tutora de la niña y directora de Primaria del centro, admite en su declaración ante la Guardia Civil que le pinchó varias veces porque consideraba que era lo correcto para “corregir” a la niña. El juicio se celebrará el próximo 18 de diciembre en los juzgados de Fraga.
Los hechos ocurrieron el pasado 7 de octubre en el aula de 2º curso a la que asiste la niña. Según la denuncia presentada por los padres el 16 de octubre, cuando la alumna estaba en clase pintando con un lapicero en la mano de una compañera, “al verlo, la profesora le quita el lápiz de la mano y con la misma se lo clava unas 14 veces en la mano izquierda causándole lesiones superficiales”.
La profesora reconoce los hechos
Por su parte, la docente reconoció los hechos con algunos matices en su declaración del mismo 16 de octubre. Según su relato ante la Guardia Civil, “una alumna se quejó varias veces de que la compañera que tenía al lado (la hija de los denunciantes), le había pinchado en la mano con un lapicero, entonces yo, como soy la profesora, consideré que lo correcto era corregir a la niña, fui a la mesa donde estaba sentada, cogí el lapicero y la pinché en la mano varias veces a la vez que le decía que si eso le molestaba. Le dije que no molestara y se sentara en su sitio, continuando la clase sin quejarse y finalizando las clases con normalidad”.
Al mismo tiempo, apuntó que no había comunicado a los padres lo sucedido porque no le dio importancia puesto que la niña no se había quejado. Sí que admitió que ese mismo día los padres se personaron en el centro a las 15.00 para que le explicaran lo sucedido. Relató que les contó lo expuesto anteriormente y que les pidió disculpas por ello, “ya que mi intención era solo corregir a la niña sin intención de hacerle daño”. No obstante, añadió que los padres habían regresado al centro alas 16.00 para hablar con la directora para que mediara en la situación.
La maestra resaltó en su declaración que el día 14 de octubre “se personó la niña en el colegio con total normalidad”. Además, apuntó que había sido el cumpleaños de la alumna. “Ella misma me pidió que le firmara la tarjeta de felicitación por lo que entiendo que la niña no le ha dado importancia, ni se le aprecian secuelas de lo sucedido”, añadió la docente.
Según el informe médico de la mutua Adeslas, la alumna tenía “lesiones puntiformes superficiales múltiples (aproximadamente 14) en dorso mano izquierda).
Tras esas visitas al centro, los padres enviaron el 30 de octubre una carta dirigida a la directora del colegio en la que piden que “la profesora sea relevada de la docencia en la clase de la niña por no haber ejercido correctamente su profesión ni haber observado los derechos del alumnado, al cometer un hecho contrario a las normas de convivencia”.
Juntas en el aula
En este escrito, también señalan que la respuesta de la dirección a sus visitas fue que “un mal día lo tiene cualquiera”. No obstante, el centro respondió el 9 de noviembre con otro escrito en el que decía que “se abre un expediente informativo para dilucidar los hechos acontecidos y, si fuera el caso a la vista de su resultado, tomar las actuaciones que en derecho correspondan”. Los padres afirman que no están haciendo nada.
Según confirmaron ayer desde la congregación de Santa Ana en Fraga, la profesora sigue dando clase y en su puesto directivo, pero rehusaron dar más detalles a la espera del juicio.
Los padres, en su carta al centro, apuntan que desde este día la niña “no va contenta al colegio” porque se encuentra a diario con la maestra y porque aprecia que tiene una actitud dura con ella. Este diario intentó localizar ayer sin éxito a la profesora denunciada.
HUESCA. Educación conocía la denuncia por agresión a la niña de 7 años pero "no puede interferir". Aclara que el colegio de Fraga en el que la maestra pinchó a la menor con un lápiz 14 veces es "privado concertado" y que la docente no tiene relación laboral con la administración. ELENA PUÉRTOLAS. Huesca
El Gobierno de Aragón conocía desde el principio la denuncia de los padres a una maestra del colegio concertado Santa Ana de Fraga por pinchar presuntamente a su hija de 7 años en la mano hasta 14 veces con un lápiz. Sin embargo, Educación asegura que "no puede interferir" puesto que hay abierto un proceso judicial. No obstante, puntualiza que es un centro "privado concertado" y que la relación laboral es entre el profesor y la dirección del centro y no con la administración. Hasta ahora, es la primera denuncia por agresión de un profesor a un alumno de la que tiene conocimiento Educación.
El día 18 se celebrará la vista en los juzgados de Fraga por unos hechos que la propia docente admitió en su declaración ante la Guardia Civil. La profesora, tutora de la clase de 2º de la alumna y directora de Primaria del centro, admitió que le pinchó varias veces porque consideraba que era lo correcto para "corregir" a la niña. Los hechos ocurrieron el pasado 7 de octubre y los padres pusieron la denuncia el día 16.
Sin embargo, Educación rehusó confirmar si se había realizado una inspección en el centro argumentando que decirlo podría interferir en el caso. Aunque aseguran que la mayoría de los problemas se resuelven en los colegios, el protocolo a seguir en los casos más graves es que el centro tiene que comunicarlo a la inspección, que hace un informe. Si se requiere una medida correctora, el centro tiene que adoptarla. En el caso de uno público, el encargado de ejecutarla es el director; mientras que en uno privado la medida se dirige a la propiedad que es con quien la administración tiene convenio. Si este no lo corrigiera, se podría abrir un expediente por incumplimiento del convenio. Pero, "Educación no puede expedientar al trabajador", aseguran.
Fuentes judiciales informaron ayer a Efe que la Fiscalía de Huesca aún no ha valorado la posibilidad de acusar a la denunciada en el juicio de faltas. Añadieron que la opción de imputar a la profesora, se valorará a lo largo de la vista, en la que comparecerá el Ministerio público.
Las asociaciones de padres
El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de centros concertados (FECAPA-Aragón), Pedro Martínez, comentó ayer que la actuación de la profesora "no parece correcta", pero que no suelen llegar estas incidencias a la Federación. "Entiendo que no hace falta comunicarlo a Educación porque es el centro con su autonomía el que debe actuar y el consejo escolar el que puede decidir. La administración no puede liderar la actuación sino garantizar que es correcta y de acuerdo a la ley", apuntó.
Por su parte, Ana Abán, presidenta de FAPAR (APA de centros públicos), comentó que las familias tienen que acudir al colegio y, si no resuelve, el centro tiene que avisar a la administración educativa. Le sorprendió que el caso haya salido a la luz porque "la comunidad educativa de los centros concertados quiere preservar su imagen social".
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