Una empresa granadina fusiona cerdos y olivas en el jamón de aceituna. 20MINUTOS.ES. 07.12.2008
Para festejar la Navidad, ¿qué mejor que un jamón ibérico "de aceituna"? Ésta es la singular propuesta con la que un empresario del pequeño núcleo rural de Brácana, en la localidad granadina de Íllora, ha sorprendido a clientes y comensales.
Y es que los jamones y embutidos de su empresa no son unos ibéricos cualquiera: son de cosecha propia. Francisco y su familia se encargan de la cría, alimentación de los cerdos y de la fabricación artesanal de jamones, paletas y embutidos .
A diferencia del ibérico de Aracena o el Guijuelo de Salamanca, los cerdos de Brácana se alimentan de aceitunas en lugar de bellotas, con lo que el aporte de ácido oleico resulta exquisito para el paladar del consumidor, según quienes lo han degustado.
En este pequeño pueblo de poco más de 500 vecinos, Francisco cuida a sus más de 2.000 porcinos, que merodean tranquilos y en total libertad entre olivos y demás vegetación de la sierra.
Jiménez asegura que "la tranquilidad y el bienestar" de sus animales es lo principal y eso "se aprecia" en el sabor de sus jugosas carnes.
Andalucía, Barcelona, Madrid, Bilbao y Palma de Mallorca son los lugares donde más se demanda el aceitunado jamón, y la familia confía en que la unión de estos dos productos tan nacionales sirvan para dar a conocer a la empresa en el extranjero.
Para festejar la Navidad, ¿qué mejor que un jamón ibérico "de aceituna"? Ésta es la singular propuesta con la que un empresario del pequeño núcleo rural de Brácana, en la localidad granadina de Íllora, ha sorprendido a clientes y comensales.
Y es que los jamones y embutidos de su empresa no son unos ibéricos cualquiera: son de cosecha propia. Francisco y su familia se encargan de la cría, alimentación de los cerdos y de la fabricación artesanal de jamones, paletas y embutidos .
A diferencia del ibérico de Aracena o el Guijuelo de Salamanca, los cerdos de Brácana se alimentan de aceitunas en lugar de bellotas, con lo que el aporte de ácido oleico resulta exquisito para el paladar del consumidor, según quienes lo han degustado.
En este pequeño pueblo de poco más de 500 vecinos, Francisco cuida a sus más de 2.000 porcinos, que merodean tranquilos y en total libertad entre olivos y demás vegetación de la sierra.
Jiménez asegura que "la tranquilidad y el bienestar" de sus animales es lo principal y eso "se aprecia" en el sabor de sus jugosas carnes.
Andalucía, Barcelona, Madrid, Bilbao y Palma de Mallorca son los lugares donde más se demanda el aceitunado jamón, y la familia confía en que la unión de estos dos productos tan nacionales sirvan para dar a conocer a la empresa en el extranjero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario