PATRIMONIO. Un paraíso legal en el corazón de la sierra de Guara. Objeto de numerosas denuncias, expedientes y sanciones, el coto de Bastarás, en Huesca, lleva casi tres décadas en el ojo del huracán. MARIANO GARCÍA. Zaragoza
Hace casi dos años, un informe del Justicia de Aragón aseguraba que el vallado del coto de Bastarás (Casbas, Huesca), atraviesa cauces, zonas de servidumbre y de dominio público de varios barrancos; que ocupa terreno de monte público dentro del Parque Natural de la Sierra y de los Cañones de Guara; y que interrumpe el paso de un camino real. Por si esto fuera poco, se han interpuesto denuncias por la tala de árboles para hacer pistas forestales, por construir balsas o, más recientemente, por traer de forma irregular varias decenas de arruis (cabras del Norte de África muy apreciadas por los cazadores pero nunca vistas, como es de suponer, en la sierra de Guara).
"Cada pocos meses hemos ido allí para investigar alguna denuncia", asegura un agente del Seprona. "Los han denunciado cientos de veces, pero siguen haciendo su santa voluntad", subraya Pascual Latorre, alcalde de Casbas, donde se integra actualmente el antiguo termino municipal de Bastarás.
El último episodio de esta larga lista ha sido la destrucción del yacimiento de la cueva de Chaves, uno de los mejores de España en el periodo neolítico. La Dirección General de Patrimonio ha puesto el caso en manos de la fiscalía, pero hay muchos que dudan de que la medida vaya a resultar efectiva. El coto parece estar en una especie de 'paraíso legal'. O los expedientes iniciados se disuelven en el aire, o los dueños de la finca satisfacen puntualmente las sanciones económicas y siguen como si nada.
La resolución del Justicia de Aragón, con fecha del 4 de junio de 2007, en la que sugería al Departamento de Medio Ambiente y al Ayuntamiento de Casbas que hicieran lo posible para que se recuperaran los montes y el dominio público viario no han supuesto tampoco ninguna novedad. "Nuestra capacidad de actuación es muy limitada -aseguraba ayer Latorre-. Somos un pueblo pequeño y con recursos limitados. Por eso pedimos amparo a la DGA". Fuentes del Departamento de Medio Ambiente aseguraban ayer que en los últimos meses se estaba trabajando en una posible permuta de terrenos con los propietarios para solucionar así una situación enquistada.
Pero, ¿quién es el dueño del coto? Documentalmente, pertenece a la empresa FINBAS, S. A., con sede en Madrid, y con cuyos responsables intentó ayer en vano hablar este periódico. En Casbas se comenta que el coto es de un empresario de León, vinculado a la minería y con muchísimo dinero. Y hablar de minería en España es hablar de Victorino Alonso, que casualmente es leonés, y que posee un imperio creado a base de recuperar explotaciones en crisis y hacerlas viables.
Se sabe que Alonso es muy aficionado a la caza. De hecho, hace un par de años le disputaba a Abelló la compra de una finca de 8.000 hectáreas entre Portugal y Cáceres. Y se da la circunstancia de que como administrador único de FINBAS, S. A. aparece Antonio Francisco de la Fuente Vidales, que ha sido directivo, administrador y apoderado de varias compañías del grupo de Alonso.
De la Fuente Vidales es también el administrador único de Flogemar, S. L., sociedad propietaria del coto Rivera Baja en Zarza la Mayor (Cáceres). El coto fue denunciado a principios de 2006 por importar ilegalmente antílopes indios.
ARQUEOLOGÍA. Ecologistas en Acción pedirá responsabilidades por la destrucción de la Cueva de Chaves. EFE. Zaragoza
Ecologistas en Acción ha anunciado que pedirá responsabilidades a Finbas, S.A. y al Gobierno de Aragón por la destrucción de la Cueva de Chaves, en Casbas de Huesca, porque "se trataba de uno de los más importantes yacimientos arqueológicos del neolítico del estado español".
En un comunicado, los ecologistas se muestran "totalmente indignados" con la destrucción de esta cueva y estudian personarse en las diligencias que se abran por este hecho. Consideran que además de las responsabilidades propias y graves de Finbas, S.A. "pudo haber una clara negligencia por parte del Gobierno de Aragón al no actuar cuando esta asociación ecologista denunció unas obras, de las que seguramente formaba parte este hecho tan lamentable".
Ecologistas en Acción recuerda que presentó cuatro denuncias en 2006 por unas obras, "a todos modos ilegales", que se estaban desarrollando en el interior del vallado cinegético que ocupa el antiguo término municipal de Bastarás, en el entorno de la cueva de Chaves.
Una cuestión que, agregan, vienen repitiendo prácticamente desde la misma creación del vallado debido a las "múltiples irregularidades e impactos ambientales y sociales" que lleva realizando esta empresa en un entorno tan privilegiado, como es el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.
Como resultado de las cuatro denuncias se abrieron dos expedientes sancionadores, uno por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro y otro por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA). En ambos casos, Finbas S.A. reconoció sus responsabilidades, lo que fue "gratificado" por ambas administraciones con unas ridículas sanciones, señalan los ecologistas.
Pero el hecho más grave, en su opinión, es que, reconociendo las administraciones la falta de autorizaciones de las obras, se permitió que siguieran durante meses, hasta que, nos imaginamos, se dieron por acabadas por propia iniciativa de sus promotores". "De la absoluta pasividad y posible negligencia de las administraciones sabemos ahora su resultado: la destrucción total del único ejemplo aragonés de estación plenamente neolítica y de los más importantes del Estado Español", denuncia Ecologistas en Acción, que lo considera un grave atentado al patrimonio cultural, natural e histórico.
Por ello, afirman que el Gobierno de Aragón debe explicar porque ha permitido que el coto privado de caza de Finbas, S.A. se encuentre al margen de toda legalidad vigente y asuma sus responsabilidades en este hecho.
Hace casi dos años, un informe del Justicia de Aragón aseguraba que el vallado del coto de Bastarás (Casbas, Huesca), atraviesa cauces, zonas de servidumbre y de dominio público de varios barrancos; que ocupa terreno de monte público dentro del Parque Natural de la Sierra y de los Cañones de Guara; y que interrumpe el paso de un camino real. Por si esto fuera poco, se han interpuesto denuncias por la tala de árboles para hacer pistas forestales, por construir balsas o, más recientemente, por traer de forma irregular varias decenas de arruis (cabras del Norte de África muy apreciadas por los cazadores pero nunca vistas, como es de suponer, en la sierra de Guara).
"Cada pocos meses hemos ido allí para investigar alguna denuncia", asegura un agente del Seprona. "Los han denunciado cientos de veces, pero siguen haciendo su santa voluntad", subraya Pascual Latorre, alcalde de Casbas, donde se integra actualmente el antiguo termino municipal de Bastarás.
El último episodio de esta larga lista ha sido la destrucción del yacimiento de la cueva de Chaves, uno de los mejores de España en el periodo neolítico. La Dirección General de Patrimonio ha puesto el caso en manos de la fiscalía, pero hay muchos que dudan de que la medida vaya a resultar efectiva. El coto parece estar en una especie de 'paraíso legal'. O los expedientes iniciados se disuelven en el aire, o los dueños de la finca satisfacen puntualmente las sanciones económicas y siguen como si nada.
La resolución del Justicia de Aragón, con fecha del 4 de junio de 2007, en la que sugería al Departamento de Medio Ambiente y al Ayuntamiento de Casbas que hicieran lo posible para que se recuperaran los montes y el dominio público viario no han supuesto tampoco ninguna novedad. "Nuestra capacidad de actuación es muy limitada -aseguraba ayer Latorre-. Somos un pueblo pequeño y con recursos limitados. Por eso pedimos amparo a la DGA". Fuentes del Departamento de Medio Ambiente aseguraban ayer que en los últimos meses se estaba trabajando en una posible permuta de terrenos con los propietarios para solucionar así una situación enquistada.
Pero, ¿quién es el dueño del coto? Documentalmente, pertenece a la empresa FINBAS, S. A., con sede en Madrid, y con cuyos responsables intentó ayer en vano hablar este periódico. En Casbas se comenta que el coto es de un empresario de León, vinculado a la minería y con muchísimo dinero. Y hablar de minería en España es hablar de Victorino Alonso, que casualmente es leonés, y que posee un imperio creado a base de recuperar explotaciones en crisis y hacerlas viables.
Se sabe que Alonso es muy aficionado a la caza. De hecho, hace un par de años le disputaba a Abelló la compra de una finca de 8.000 hectáreas entre Portugal y Cáceres. Y se da la circunstancia de que como administrador único de FINBAS, S. A. aparece Antonio Francisco de la Fuente Vidales, que ha sido directivo, administrador y apoderado de varias compañías del grupo de Alonso.
De la Fuente Vidales es también el administrador único de Flogemar, S. L., sociedad propietaria del coto Rivera Baja en Zarza la Mayor (Cáceres). El coto fue denunciado a principios de 2006 por importar ilegalmente antílopes indios.
ARQUEOLOGÍA. Ecologistas en Acción pedirá responsabilidades por la destrucción de la Cueva de Chaves. EFE. Zaragoza
Ecologistas en Acción ha anunciado que pedirá responsabilidades a Finbas, S.A. y al Gobierno de Aragón por la destrucción de la Cueva de Chaves, en Casbas de Huesca, porque "se trataba de uno de los más importantes yacimientos arqueológicos del neolítico del estado español".
En un comunicado, los ecologistas se muestran "totalmente indignados" con la destrucción de esta cueva y estudian personarse en las diligencias que se abran por este hecho. Consideran que además de las responsabilidades propias y graves de Finbas, S.A. "pudo haber una clara negligencia por parte del Gobierno de Aragón al no actuar cuando esta asociación ecologista denunció unas obras, de las que seguramente formaba parte este hecho tan lamentable".
Ecologistas en Acción recuerda que presentó cuatro denuncias en 2006 por unas obras, "a todos modos ilegales", que se estaban desarrollando en el interior del vallado cinegético que ocupa el antiguo término municipal de Bastarás, en el entorno de la cueva de Chaves.
Una cuestión que, agregan, vienen repitiendo prácticamente desde la misma creación del vallado debido a las "múltiples irregularidades e impactos ambientales y sociales" que lleva realizando esta empresa en un entorno tan privilegiado, como es el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.
Como resultado de las cuatro denuncias se abrieron dos expedientes sancionadores, uno por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro y otro por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA). En ambos casos, Finbas S.A. reconoció sus responsabilidades, lo que fue "gratificado" por ambas administraciones con unas ridículas sanciones, señalan los ecologistas.
Pero el hecho más grave, en su opinión, es que, reconociendo las administraciones la falta de autorizaciones de las obras, se permitió que siguieran durante meses, hasta que, nos imaginamos, se dieron por acabadas por propia iniciativa de sus promotores". "De la absoluta pasividad y posible negligencia de las administraciones sabemos ahora su resultado: la destrucción total del único ejemplo aragonés de estación plenamente neolítica y de los más importantes del Estado Español", denuncia Ecologistas en Acción, que lo considera un grave atentado al patrimonio cultural, natural e histórico.
Por ello, afirman que el Gobierno de Aragón debe explicar porque ha permitido que el coto privado de caza de Finbas, S.A. se encuentre al margen de toda legalidad vigente y asuma sus responsabilidades en este hecho.
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