polémica calle a escriva de balaguer. Ni CHA ni IU logran frenar la calle para Escrivá de Balaguer. La edil Lola Campos fue la única socialista que no votó, al estar fuera de la sala. 28/02/2009 C. S. P. Catalá y Blasco, ayer. Foto:ROGELIO ALLEPUZ comentarios
Ni Chunta Aragonesista ni Izquierda Unida lograron ayer frenar la inclusión en el callejero de una calle destinada a San Josemaría Escrivá de Balaguer. El voto de los concejales del PSOE, del PP y del PAR permitió anular las mociones que habían presentado CHA e IU con la intención de impedir este homenaje al fundador del Opus Dei.
Las miradas estuvieron clavadas en los ediles del PSOE, algunos de los cuales se han declarado este último mes contrarios a destinar una calle al santo aragonés, pero se cumplió la disciplina de voto y acabaron dando el sí al nombramiento. Todos menos una, la concejala Lola Campos, que pese a formar parte del gobierno de Juan Alberto Belloch carece de carnet del partido socialista. Aún así, al preguntarle por qué no estaba en el salón de plenos en el momento de la votación, alegó con discreción: "Por motivos personales, no he podido estar presente".
El debate comenzó en el tono habitual que caracteriza todas las intervenciones con alusión directa o indirecta al régimen franquista, a la democracia y a la necesidad de cumplir la Ley de Memoria Histórica. El concejal de CHA, Juan Martín, centró su intervención en recordar que Escrivá de Balaguer no reúne ninguno de los valores constitucionales y homenajearlo con una calle equivale a "remozar las tesis franquistas".
El edil de IU, José Manuel Alonso, lamentó que Belloch haya optado por defender "valores retrógados" frente a los democráticos. "¿No somos capaces de definir los valores del siglo XXI? Asumamos cuáles son. No hay ni una calle de Hitler", argumentó.
El papel más duro le tocó al consejero Jerónimo Blasco, quien intervino en representación del PSOE para ensalzar la labor de San Josemaría Escrivá de Balaguer y justificar la designación de una calle con su nombre. "Méritos tiene. Independientemente de que nos guste o no. Es uno de los tres aragoneses más conocidos del mundo, se han publicado 9 millones de libros en 50 idiomas diferentes y en su nombre se han creado trece universidades. Ha sido elevado a la santidad y eso es un mérito", defendió el socialista.
Acto seguido, centró sus críticas en IU, al recordar que su alcaldesa en Córdoba, Rosa Aguilar, es famosa por poner nombres religiosos a calles sustituyendo a otros civiles.
Por su parte, el PP y el PAR rechazaron la moción de CHA e IU argumentando que el fundador del Opus Dei es tan merecedor de una calle como cualquier personaje. "Si se analiza el callejero, no todos los hombres que aparecen fueron constitucionalistas", apuntó Manuel Blasco, del PAR. Dolores Serrat, portavoz del PP, subrayó que el santo tiene proyección mundial "y luchó por mejorar los derechos humanos".
Belloch defiende la calle a Escrivá porque por ideologías, "se tendría que revisar todo el callejero". 27/02/2009 EUROPA PRESS comentarios
El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, defendió hoy de nuevo dedicar una calle de la ciudad al fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer, argumentando que "si tuviéramos que quitar el nombre de las calles de todos con los que no estamos de acuerdo ideológicamente, habría que revisar la práctica totalidad del callejero". Así, llevará su nombre el tramo comprendido entre la plaza de la Ciudadanía y la entrada a la calle Anselmo María Clavé.
Durante el debate de dos mociones presentadas por IU y CHA dirigidas a que el Ayuntamiento rechazase dedicar una calle de la capital a Escrivá de Balaguer, mociones que fueron rechazadas por 4 votos a favor (CHA e IU) y los votos en contra de PSOE, PAR, y PP, Belloch insistió en que su propuesta es "sensata y razonable" por los méritos cosechados por San Josemaría Escrivá de Balaguer en su trayectoría.
El alcalde rechazó las críticas de CHA e IU sobre los valores antidemocráticos del fundador del Opus Dei, al observar que la historia democrática de España "ha sido muy corta", de modo que "este país no tiene traidición democrática" y recordar que Escrivá de Balaguer falleció en 1975, "es decir, que no podía asumir los valores constitucionales. Esa sería una posibilidad metáfisicas".
Asimismo, consideró que de las intervenciones de estos dos grupos municipales, "se desprende que no quieren dedicar una calle a un santo porque no están de acuerdo con su ideología, pero el PSOE entiende justo lo contrario, porque si tuviéramos que quitar los nombres de las calles de todos con los que no estuviéramos de acuerdo, habría que revisar la práctica totalidad del callejero".
En este mismo sentido, el consejero de Grandes Proyectos y Cultura, Jerónimo Blasco, estimó que "se está tergiversando el planteamiento" propuesto por el alcalde, ya que "es obvio que este debate se resolvió en la transición democrática, cuando, con buen criterio, se decidió que se iba a hacer un ejercicio de tolerancia y respeto" con todas las personas, con las que "no hay porque coincidir" ideológicamente.
Además, coincidiendo con el planteamiento expresado por Belloch, Blasco apuntó que "si para nombrar una calle tenemos que estar todos ideológicamente de acuerdo, el callejero de Zaragoza parecerá una cartelera" de cine, ya que se nombrarían más vías como títulos de películas. El consejero enumeró algunos méritos conseguidos por Escrivá, entre los que citó que "aunque ideológicamente no nos guste, es uno de los tres aragoneses más conocidos en el mundo, ha publicado nueve millones de libros, ha creado trece universidades y más de cien centros escolares de formación".
Además, la Iglesia Católica, "con el Vaticano al frente, lo declaró Santo, y ha creado un centro de peregrinación en Aragón (Torreciudad) que atrae a más de 500.000 turistas al año".
Jerónimo Blasco señaló también que este "ejercicio de tolerancia", dedicar una calle a una persona con la que no coinciden ideológicamente, "lo hace todo el mundo", y recordó como en municipios gobernados por el PP también se han dedicado calles "a la Pasionaria y a Pablo Iglesias".
Así, aunque "parece que los traidores estamos tomando la Alcaldía" del Ayuntamiento de Zaragoza, Blasco indicó que se están siguiendo "los criterios de la democracia". Por último, aseveró que, "desde la enorme distancia ideológica que tenemos con Balaguer, porque somos un grupo que ha combatido su ideología y lo seguiremos haciendo, creemos que es de justicia" dedicarle una de las calles de la ciudad a un hombre "que tiene méritos indudables".
PAR Y PP, APOYAN NOMBRAMIENTO
Por su parte, el consejero de Fomento y Deportes y concejal del PAR, Manuel Lorenzo Blasco, instó a los concejales a "contemplar las cosas con distancia", porque en caso contrario "tendríamos que revisar otros 200 nombres de calles por otros motivos". Como ejemplo, citó a Hernán Cortés "un gran descubridor pero que a más de uno, cuando se cumplieron los 500 años del descubrimiento de América, se le pusieron los pelos de punta".
La portavoz del PP, Dolores Serrat, se mostró de acuerdo con la inclusión en el callejero de Zaragoza de Escrivá de Balaguer y dio la razón al alcalde en este asunto, "sin que sirva de precedente". Escrivá de Balaguer "es un santo aragonés, y en sus intervenciones en el mundo siempre defendió ser aragonés", de forma que "por qué no va a tener una calle en la capital de Aragón, que era su tierra", se preguntó.
Además, Serrat respaldó el nombramiento al señalar que Escrivá "luchó por los más necesitados, por los derechos humanos y por los valores de la sociedad, tratando de ayudar a los demás con voluntad y trabajo". Entonces, leyó texto del fundador del Opus Dei en el que hablaba del respeto a las opiniones contrarias y pido a los concejales de CHA e IU "que se lo apliquen".
NO TOLERANTE
El portavoz del grupo municipal de CHA, Juan Martín, agradeció en primer lugar el esfuerzo realizado por la ex consejera de Cultura, Pilar Alcober, por alcanzar un consenso entre los grupos a la hora de aplicar la Ley de Memoria Histórica para cambiar los nombres de 43 calles franquistas en la ciudad.
A continuación, también dio lectura a la introducción de la obra 'Camino' de Escrivá de Balaguer, para defender que "no reúne ni uno sólo de los valores por los que alguien puede tener el nombre de una calle de una ciudad", ya que entre sus principios, "este señor no amparó ni la tolerancia, ni la igualdad, ni el respeto por las mujeres, ni la laicidad".
Martín señaló que Balaguer fue "el responsable del control de las almas durante el franquismo, recibió la Gran Cruz en 1960 y 1964, y ahora asistimos a argumentos revisionistas sobre su figura" y "no entendemos la alcaldada que se ha producido en este tema", que se ha tramitado "con el expediente más rápido de la historia". En su opinión, dedicando una calle a Escrivá se hace "un flaco favor a la ciudad".
VALORES DE LA DICTADURA
El concejal de IU, José Manuel Alonso, contestó al portavoz del PAR, Manu Blasco, que ahora "nadie va a echar nada en cara a Hernán Cortés, porque los descubridores eran hombres de su tiempo y como tal se les valora y se les juzga, pero es que Escrivá si tenía valores contemporáneos a su tiempo y a la dictadura".
Además, lamentó que tras la transición democrática "nos encontramos siendo tolerantes y asumiendo valores que no son propios de democracia" y, por ello, se preguntó cuándo España reconocerá que el golpe de Estado "sangriento" y la dictadura, "no son valores válidos". En este sentido, agregó que "el resto de los países lo ha hecho, no hay calles dedicadas a Hitler ni nadie se siente orgulloso de él".
ZARAGOZA. El gobierno PSOE-PAR se alió ayer en el pleno municipal con el PP para rechazar sendas mociones de CHA e IU contra la denominación de una calle de la capital aragonesa con el nombre del fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá de Balaguer. En concreto, se dedicará el vial situado entre la plaza de la Ciudadanía y la avenida de Anselmo Clavé de Zaragoza. No hubo grandes sorpresas, más allá de la ausencia de la edil socialista Lola Campos durante la votación, y los argumentos no variaron.
El debate comenzó con la lectura de una cita del libro "Camino", la obra más conocida del santo aragonés, por parte del portavoz de CHA, Juan Martín, en la que el fundador del Opus Dei da unas máximas para devolver a Es España "a la antigua grandeza de sus santos, sabios y héroes". El nacionalista buscó de este modo un vínculo del sacerdote barbastrense con el franquismo. Los defen sores de la moción lamentaron que se dedique una calle a una persona que, a juicio de CHA e IU, no reúne "ni uno de los valores" por los que se decide otorgar una vía a un ciudadano y tildaron de "alcaldada" la decisión.
El gobierno y el PP enumeraron los méritos de Escrivá de Balaguer y criticaron "la falta de tolerancia de los nacionalistas y la coalición Í de izquierdas al recha zar esta denominación "por no compartir su ideología".
Juan Martín se apropió de las palabras con las que el alcalde Belloch ha definido a los que critican este reconocimiento y denunció, "desde el sectarismo lacerante y constitucional", que Escrivá de Balaguer "no amparó ni la tolerancia, ni la igualdad, ni el respeto por las mujeres, ni la laicidad". Aseguró que "fue el responsable del control de las almas durante el franquismo"y que "recibió la Gran Cruz en 1960 y 1964". No obstante, no se sorprendió de la decisión del alcalde. "Es muy revelador en el signo de los tiempos de este gobierno", dijo.
En el lado de los defensores de la calle de Escrivá de Balaguer, el PAR fue el partido más conciliador. Se alineó sin fisuras con la tesis del alcalde. Su portavoz, Manuel Blasco, recordó que en el callejero zaragozano hay 80 santos y 30 santas y que todos los aragoneses que fueron elevados a los altares han conseguido este reconocimiento. "Es un aragonés, con unas características especiales y reconocido como santo, y a nosotros, que tampoco somos sectarios constitucionalistas, nos parece bien dedicarle una calle", concluyó. Además, se preguntó: "¿Hernán Cortés fue un gran descubridor o fue un genocida?".
La portavoz del PP, Dolores Serrat, resaltó la condición de aragonés de San Josemaría Escrivá de Balaguer y su proyección internacional. "Tiene calles en muchas ciudades. ¿Por qué no va a tener una en la capital de Aragón?", se preguntó. Además, subrayó que "luchó por los más necesitados" y que el santuario de Torreciudad "ha contribuido al turismo de la comunidad", al atraer a miles de fieles todos los años.
En su estreno plenario, el consejero de Cultura, el socialista Jerónimo Blasco, apeló al espíritu de tolerancia de la transición democrática y subrayó que Escrivá de Balaguer "tiene méritos" para que se le dedique una calle, "al margen de que guste o no". "Es uno de los tres aragoneses más conocidos en el mundo y ha publicado nueve millones de libros en 50 idiomas", declaró. Recordó que tiene 42 calles en 13 países y que "hay un hecho objetivo que es que ha sido elevado a la santidad y un porcentaje alto de los ciudadanos lo valoran". Por último, subrayó que a Torreciudad llegan más de 500.000 peregrinos al año.
José Manuel Alonso, de IU, que también firmó una moción en contra de la calle de Escrivá, se tomó muy a pecho su intervención. Lamentó que se le dé más importancia a cuestiones como el número de publicaciones del santo, su lugar de nacimiento o que haya creado un centro de peregrinación en Torreciudad, frente a "los valores retrógrados" que a su juicio predicó. "El problema no está dónde nace sino en los valores que defiende", subrayó. Es más, llegó a decir que dedicar una calle al santo aragonés supone asumir "valores que no son propios de la democracia". Y se preguntó "cuándo España reconocerá que el golpe de Estado sangriento y la dictadura no son valores válidos”.
Celeridad en la tramitación
Martín y Alonso destacaron la velocidad con la que se ha aprobado este expediente en la Junta de Gobierno, en apenas unos días, frente a otros proyectos reivindicados por los vecinos. El portavoz de IU lo achacó a "la capacidad de presión de los miembros del Opus" frente a la de los vecinos.
El principal promotor de la calle de Escrivá de Balaguer, el alcalde Juan Alberto Belloch, se encargó de cerrar el debate. Tras decir que la historia democrática "es muy corta", recordó que el santo barbastrense murió en 1975, por lo que, según dijo, no se le pueden exigir "valores constitucionales". "si tuviésemos que quitar la calle a todos con los que no estamos de acuerdo habría que revisar todo el callejero". Y concluyó: "No existe el sectarismo constitucional. Es una expresión imposible". N. AsíN / M. LÓPEZ
Ni Chunta Aragonesista ni Izquierda Unida lograron ayer frenar la inclusión en el callejero de una calle destinada a San Josemaría Escrivá de Balaguer. El voto de los concejales del PSOE, del PP y del PAR permitió anular las mociones que habían presentado CHA e IU con la intención de impedir este homenaje al fundador del Opus Dei.
Las miradas estuvieron clavadas en los ediles del PSOE, algunos de los cuales se han declarado este último mes contrarios a destinar una calle al santo aragonés, pero se cumplió la disciplina de voto y acabaron dando el sí al nombramiento. Todos menos una, la concejala Lola Campos, que pese a formar parte del gobierno de Juan Alberto Belloch carece de carnet del partido socialista. Aún así, al preguntarle por qué no estaba en el salón de plenos en el momento de la votación, alegó con discreción: "Por motivos personales, no he podido estar presente".
El debate comenzó en el tono habitual que caracteriza todas las intervenciones con alusión directa o indirecta al régimen franquista, a la democracia y a la necesidad de cumplir la Ley de Memoria Histórica. El concejal de CHA, Juan Martín, centró su intervención en recordar que Escrivá de Balaguer no reúne ninguno de los valores constitucionales y homenajearlo con una calle equivale a "remozar las tesis franquistas".
El edil de IU, José Manuel Alonso, lamentó que Belloch haya optado por defender "valores retrógados" frente a los democráticos. "¿No somos capaces de definir los valores del siglo XXI? Asumamos cuáles son. No hay ni una calle de Hitler", argumentó.
El papel más duro le tocó al consejero Jerónimo Blasco, quien intervino en representación del PSOE para ensalzar la labor de San Josemaría Escrivá de Balaguer y justificar la designación de una calle con su nombre. "Méritos tiene. Independientemente de que nos guste o no. Es uno de los tres aragoneses más conocidos del mundo, se han publicado 9 millones de libros en 50 idiomas diferentes y en su nombre se han creado trece universidades. Ha sido elevado a la santidad y eso es un mérito", defendió el socialista.
Acto seguido, centró sus críticas en IU, al recordar que su alcaldesa en Córdoba, Rosa Aguilar, es famosa por poner nombres religiosos a calles sustituyendo a otros civiles.
Por su parte, el PP y el PAR rechazaron la moción de CHA e IU argumentando que el fundador del Opus Dei es tan merecedor de una calle como cualquier personaje. "Si se analiza el callejero, no todos los hombres que aparecen fueron constitucionalistas", apuntó Manuel Blasco, del PAR. Dolores Serrat, portavoz del PP, subrayó que el santo tiene proyección mundial "y luchó por mejorar los derechos humanos".
Belloch defiende la calle a Escrivá porque por ideologías, "se tendría que revisar todo el callejero". 27/02/2009 EUROPA PRESS comentarios
El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, defendió hoy de nuevo dedicar una calle de la ciudad al fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer, argumentando que "si tuviéramos que quitar el nombre de las calles de todos con los que no estamos de acuerdo ideológicamente, habría que revisar la práctica totalidad del callejero". Así, llevará su nombre el tramo comprendido entre la plaza de la Ciudadanía y la entrada a la calle Anselmo María Clavé.
Durante el debate de dos mociones presentadas por IU y CHA dirigidas a que el Ayuntamiento rechazase dedicar una calle de la capital a Escrivá de Balaguer, mociones que fueron rechazadas por 4 votos a favor (CHA e IU) y los votos en contra de PSOE, PAR, y PP, Belloch insistió en que su propuesta es "sensata y razonable" por los méritos cosechados por San Josemaría Escrivá de Balaguer en su trayectoría.
El alcalde rechazó las críticas de CHA e IU sobre los valores antidemocráticos del fundador del Opus Dei, al observar que la historia democrática de España "ha sido muy corta", de modo que "este país no tiene traidición democrática" y recordar que Escrivá de Balaguer falleció en 1975, "es decir, que no podía asumir los valores constitucionales. Esa sería una posibilidad metáfisicas".
Asimismo, consideró que de las intervenciones de estos dos grupos municipales, "se desprende que no quieren dedicar una calle a un santo porque no están de acuerdo con su ideología, pero el PSOE entiende justo lo contrario, porque si tuviéramos que quitar los nombres de las calles de todos con los que no estuviéramos de acuerdo, habría que revisar la práctica totalidad del callejero".
En este mismo sentido, el consejero de Grandes Proyectos y Cultura, Jerónimo Blasco, estimó que "se está tergiversando el planteamiento" propuesto por el alcalde, ya que "es obvio que este debate se resolvió en la transición democrática, cuando, con buen criterio, se decidió que se iba a hacer un ejercicio de tolerancia y respeto" con todas las personas, con las que "no hay porque coincidir" ideológicamente.
Además, coincidiendo con el planteamiento expresado por Belloch, Blasco apuntó que "si para nombrar una calle tenemos que estar todos ideológicamente de acuerdo, el callejero de Zaragoza parecerá una cartelera" de cine, ya que se nombrarían más vías como títulos de películas. El consejero enumeró algunos méritos conseguidos por Escrivá, entre los que citó que "aunque ideológicamente no nos guste, es uno de los tres aragoneses más conocidos en el mundo, ha publicado nueve millones de libros, ha creado trece universidades y más de cien centros escolares de formación".
Además, la Iglesia Católica, "con el Vaticano al frente, lo declaró Santo, y ha creado un centro de peregrinación en Aragón (Torreciudad) que atrae a más de 500.000 turistas al año".
Jerónimo Blasco señaló también que este "ejercicio de tolerancia", dedicar una calle a una persona con la que no coinciden ideológicamente, "lo hace todo el mundo", y recordó como en municipios gobernados por el PP también se han dedicado calles "a la Pasionaria y a Pablo Iglesias".
Así, aunque "parece que los traidores estamos tomando la Alcaldía" del Ayuntamiento de Zaragoza, Blasco indicó que se están siguiendo "los criterios de la democracia". Por último, aseveró que, "desde la enorme distancia ideológica que tenemos con Balaguer, porque somos un grupo que ha combatido su ideología y lo seguiremos haciendo, creemos que es de justicia" dedicarle una de las calles de la ciudad a un hombre "que tiene méritos indudables".
PAR Y PP, APOYAN NOMBRAMIENTO
Por su parte, el consejero de Fomento y Deportes y concejal del PAR, Manuel Lorenzo Blasco, instó a los concejales a "contemplar las cosas con distancia", porque en caso contrario "tendríamos que revisar otros 200 nombres de calles por otros motivos". Como ejemplo, citó a Hernán Cortés "un gran descubridor pero que a más de uno, cuando se cumplieron los 500 años del descubrimiento de América, se le pusieron los pelos de punta".
La portavoz del PP, Dolores Serrat, se mostró de acuerdo con la inclusión en el callejero de Zaragoza de Escrivá de Balaguer y dio la razón al alcalde en este asunto, "sin que sirva de precedente". Escrivá de Balaguer "es un santo aragonés, y en sus intervenciones en el mundo siempre defendió ser aragonés", de forma que "por qué no va a tener una calle en la capital de Aragón, que era su tierra", se preguntó.
Además, Serrat respaldó el nombramiento al señalar que Escrivá "luchó por los más necesitados, por los derechos humanos y por los valores de la sociedad, tratando de ayudar a los demás con voluntad y trabajo". Entonces, leyó texto del fundador del Opus Dei en el que hablaba del respeto a las opiniones contrarias y pido a los concejales de CHA e IU "que se lo apliquen".
NO TOLERANTE
El portavoz del grupo municipal de CHA, Juan Martín, agradeció en primer lugar el esfuerzo realizado por la ex consejera de Cultura, Pilar Alcober, por alcanzar un consenso entre los grupos a la hora de aplicar la Ley de Memoria Histórica para cambiar los nombres de 43 calles franquistas en la ciudad.
A continuación, también dio lectura a la introducción de la obra 'Camino' de Escrivá de Balaguer, para defender que "no reúne ni uno sólo de los valores por los que alguien puede tener el nombre de una calle de una ciudad", ya que entre sus principios, "este señor no amparó ni la tolerancia, ni la igualdad, ni el respeto por las mujeres, ni la laicidad".
Martín señaló que Balaguer fue "el responsable del control de las almas durante el franquismo, recibió la Gran Cruz en 1960 y 1964, y ahora asistimos a argumentos revisionistas sobre su figura" y "no entendemos la alcaldada que se ha producido en este tema", que se ha tramitado "con el expediente más rápido de la historia". En su opinión, dedicando una calle a Escrivá se hace "un flaco favor a la ciudad".
VALORES DE LA DICTADURA
El concejal de IU, José Manuel Alonso, contestó al portavoz del PAR, Manu Blasco, que ahora "nadie va a echar nada en cara a Hernán Cortés, porque los descubridores eran hombres de su tiempo y como tal se les valora y se les juzga, pero es que Escrivá si tenía valores contemporáneos a su tiempo y a la dictadura".
Además, lamentó que tras la transición democrática "nos encontramos siendo tolerantes y asumiendo valores que no son propios de democracia" y, por ello, se preguntó cuándo España reconocerá que el golpe de Estado "sangriento" y la dictadura, "no son valores válidos". En este sentido, agregó que "el resto de los países lo ha hecho, no hay calles dedicadas a Hitler ni nadie se siente orgulloso de él".
ZARAGOZA. El gobierno PSOE-PAR se alió ayer en el pleno municipal con el PP para rechazar sendas mociones de CHA e IU contra la denominación de una calle de la capital aragonesa con el nombre del fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá de Balaguer. En concreto, se dedicará el vial situado entre la plaza de la Ciudadanía y la avenida de Anselmo Clavé de Zaragoza. No hubo grandes sorpresas, más allá de la ausencia de la edil socialista Lola Campos durante la votación, y los argumentos no variaron.
El debate comenzó con la lectura de una cita del libro "Camino", la obra más conocida del santo aragonés, por parte del portavoz de CHA, Juan Martín, en la que el fundador del Opus Dei da unas máximas para devolver a Es España "a la antigua grandeza de sus santos, sabios y héroes". El nacionalista buscó de este modo un vínculo del sacerdote barbastrense con el franquismo. Los defen sores de la moción lamentaron que se dedique una calle a una persona que, a juicio de CHA e IU, no reúne "ni uno de los valores" por los que se decide otorgar una vía a un ciudadano y tildaron de "alcaldada" la decisión.
El gobierno y el PP enumeraron los méritos de Escrivá de Balaguer y criticaron "la falta de tolerancia de los nacionalistas y la coalición Í de izquierdas al recha zar esta denominación "por no compartir su ideología".
Juan Martín se apropió de las palabras con las que el alcalde Belloch ha definido a los que critican este reconocimiento y denunció, "desde el sectarismo lacerante y constitucional", que Escrivá de Balaguer "no amparó ni la tolerancia, ni la igualdad, ni el respeto por las mujeres, ni la laicidad". Aseguró que "fue el responsable del control de las almas durante el franquismo"y que "recibió la Gran Cruz en 1960 y 1964". No obstante, no se sorprendió de la decisión del alcalde. "Es muy revelador en el signo de los tiempos de este gobierno", dijo.
En el lado de los defensores de la calle de Escrivá de Balaguer, el PAR fue el partido más conciliador. Se alineó sin fisuras con la tesis del alcalde. Su portavoz, Manuel Blasco, recordó que en el callejero zaragozano hay 80 santos y 30 santas y que todos los aragoneses que fueron elevados a los altares han conseguido este reconocimiento. "Es un aragonés, con unas características especiales y reconocido como santo, y a nosotros, que tampoco somos sectarios constitucionalistas, nos parece bien dedicarle una calle", concluyó. Además, se preguntó: "¿Hernán Cortés fue un gran descubridor o fue un genocida?".
La portavoz del PP, Dolores Serrat, resaltó la condición de aragonés de San Josemaría Escrivá de Balaguer y su proyección internacional. "Tiene calles en muchas ciudades. ¿Por qué no va a tener una en la capital de Aragón?", se preguntó. Además, subrayó que "luchó por los más necesitados" y que el santuario de Torreciudad "ha contribuido al turismo de la comunidad", al atraer a miles de fieles todos los años.
En su estreno plenario, el consejero de Cultura, el socialista Jerónimo Blasco, apeló al espíritu de tolerancia de la transición democrática y subrayó que Escrivá de Balaguer "tiene méritos" para que se le dedique una calle, "al margen de que guste o no". "Es uno de los tres aragoneses más conocidos en el mundo y ha publicado nueve millones de libros en 50 idiomas", declaró. Recordó que tiene 42 calles en 13 países y que "hay un hecho objetivo que es que ha sido elevado a la santidad y un porcentaje alto de los ciudadanos lo valoran". Por último, subrayó que a Torreciudad llegan más de 500.000 peregrinos al año.
José Manuel Alonso, de IU, que también firmó una moción en contra de la calle de Escrivá, se tomó muy a pecho su intervención. Lamentó que se le dé más importancia a cuestiones como el número de publicaciones del santo, su lugar de nacimiento o que haya creado un centro de peregrinación en Torreciudad, frente a "los valores retrógrados" que a su juicio predicó. "El problema no está dónde nace sino en los valores que defiende", subrayó. Es más, llegó a decir que dedicar una calle al santo aragonés supone asumir "valores que no son propios de la democracia". Y se preguntó "cuándo España reconocerá que el golpe de Estado sangriento y la dictadura no son valores válidos”.
Celeridad en la tramitación
Martín y Alonso destacaron la velocidad con la que se ha aprobado este expediente en la Junta de Gobierno, en apenas unos días, frente a otros proyectos reivindicados por los vecinos. El portavoz de IU lo achacó a "la capacidad de presión de los miembros del Opus" frente a la de los vecinos.
El principal promotor de la calle de Escrivá de Balaguer, el alcalde Juan Alberto Belloch, se encargó de cerrar el debate. Tras decir que la historia democrática "es muy corta", recordó que el santo barbastrense murió en 1975, por lo que, según dijo, no se le pueden exigir "valores constitucionales". "si tuviésemos que quitar la calle a todos con los que no estamos de acuerdo habría que revisar todo el callejero". Y concluyó: "No existe el sectarismo constitucional. Es una expresión imposible". N. AsíN / M. LÓPEZ
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