sábado, abril 18, 2009

Los socialistas ven motivaciones políticas en las manifestaciones antiabortistas.

Los socialistas ven motivaciones políticas en las manifestaciones antiabortistas. Aído pregunta por qué hay protestas ahora si la ley data de 1985. 31.03.09 -A. PRÁDANOS| MADRID Más que una campaña en defensa de la vida lo que hay, a juicio de los socialistas, es una campaña de hostigamiento político contra el Ejecutivo que se sirve ahora del aborto como pretexto, igual que en otros momentos se valió del matrimonio homosexual o de alguna otra reforma de progreso social emprendida por el PSOE. Tras las concentraciones antiabortistas celebradas este domingo en distintos puntos de España y la manifestación de Madrid, la ministra de Igualdad se preguntó dónde han estado los grupos pro vida convocantes durante el cuarto de siglo que lleva vigente la actual ley del aborto (1985). "¿Por qué no se han manifestado durante este tiempo?", inquirió Bibiana Aído, que ayer prosiguió su ronda de contactos para la modificación de la normativa sobre interrupción voluntaria del embarazo. La respuesta va implícita en la pregunta. Aunque las manifestaciones y la campaña Por la vida suscritas por grupos como Hazteoír y Derecho a Vivir, entre otros, no tienen padrino político oficial, el Gobierno detecta un claro trasfondo partidista en el ruido orquestado en torno a la nueva ley del aborto. El PP juega a la ambigüedad y su dirección no secunda las movilizaciones pero las ve con evidente simpatía. Y luego está la Conferencia Episcopal, que sigue su propia campaña contra el aborto -la del lince- pero presta también aliento moral y manifestantes a las protestas de los grupos pro vida. Sólo la intención política de desgastar al Gobierno explica, dicen en el PSOE, que después de 24 años practicándose en España decenas de miles de abortos legales cada año, salgan a las calles pancartas y lemas viejos contra una práctica plenamente reconocida. El debate aborto sí o aborto no que han desempolvado los grupos pro vida "tuvo lugar hace un cuarto de siglo y está ampliamente superado por la sociedad", recalcó la ministra. Tan superado como que durante los ocho años de gobierno del PP, entre 1996 y 2004, se practicaron "más de 500.000 abortos legales" y, pese a ello, nadie, ni la Iglesia ni las asociaciones antiabortistas, se echó a la calle para protestar. "En esos años yo no vi ninguna de estas manifestaciones", aseguró el ministro de Sanidad, Bernat Soria, en declaraciones a RNE. Ambos ministros reiteraron, no obstante, su "respeto" por quienes convocan o acuden a estas manifestaciones, y por sus opiniones. El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, lo dijo más claro. La polémica, las pancartas, las concentraciones y los gritos son una expresión de la "doble moral" de la Iglesia y del PP, que "sólo sacan las pancartas cuando hay un gobierno socialista". Y constituyen, a su juicio, una muestra de "hipocresía" de quienes "por la puerta de atrás abortan y luego van en la cabecera de las manifestaciones". «¿Por qué en veinte años no ha habido protestas contra el aborto?» La ministra Aido advierte motivaciones políticas tras la campaña iniciada por grupos provida y la Iglesia 31.03.09 - A. PRÁDANOS IDEAL | COLPISA. MADRID SAN SEBASTIÁN Más que una campaña en defensa de la vida, detrás de la actual movilización antiabortista hay una estrategia de hostigamiento político contra el Ejecutivo que se sirve ahora del aborto como pretexto, en opinión de destacados dirigentes socialistas. Tras las concentraciones celebradas este domingo en distintos puntos de España y la manifestación de Madrid, la ministra de Igualdad se preguntó dónde han estado los grupos pro vida convocantes durante el cuarto de siglo que lleva vigente la actual ley del aborto (1985). «¿Por qué no se han manifestado durante este tiempo?», inquirió Bibiana Aído. Aunque las manifestaciones y la campaña 'Por la vida' suscritas por grupos como Hazteoír y Derecho a Vivir, no tienen 'padrino' político oficial, el Gobierno detecta un claro trasfondo partidista. El PP, sostiene, juega a la ambigüedad y su dirección no secunda las movilizaciones pero las ve con evidente simpatía. Y luego está la Conferencia Episcopal, que sigue su propia campaña contra el aborto -la del lince- pero presta también aliento moral y manifestantes a las protestas de los grupos pro vida. Sólo la intención política de desgastar al Gobierno explica, dicen en el PSOE, que después de 24 años practicándose en España decenas de miles de abortos legales cada año salgan a las calles pancartas y lemas viejos contra una práctica plenamente reconocida. El debate 'aborto sí o aborto no' que han desempolvado los grupos pro vida «tuvo lugar hace un cuarto de siglo y está ampliamente superado por la sociedad», recalcó la ministra. Tan superado como que durante los ocho años de gobierno del PP, entre 1996 y 2004, se practicaron «más de 500.000 abortos legales» y, pese a ello, nadie, ni la Iglesia ni las asociaciones antiabortistas, se echó a la calle para protestar. «En esos años yo no vi ninguna de estas manifestaciones», aseguró el titular de Sanidad, Bernat Soria, en declaraciones a RNE. Ambos ministros reiteraron, no obstante, su «respeto» por quienes convocan o acuden a estas manifestaciones, y por sus opiniones. El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, lo dijo más claro. La polémica, las pancartas, las concentraciones y los gritos son una expresión de la «doble moral» de la Iglesia y del PP, que «sólo sacan las pancartas cuando hay un Gobierno socialista». Y constituyen, a su juicio, una muestra de «hipocresía» de quienes «por la puerta de atrás abortan y luego van en la cabecera de las manifestaciones». Edades y plazos Con protestas o sin ellas, dijo, el Gobierno «no va a dar ni un paso atrás» en la reforma emprendida. El número dos del PSOE defendió que las jóvenes puedan abortar sin necesidad de permiso paterno a partir de los 16 años, uno de los puntos más controvertidos del proyecto que elabora el Ministerio de Igualdad. Con todo, el Gobierno estudia fórmulas intermedias que suavicen su redacción. Así, en los abortos de chicas de 16 a 18 años podría ser obligatorio informar a los padres, aunque la decisión última correspondería siempre a la joven. La ministra prosigue su ronda de contactos para la modificación de la normativa sobre interrupción voluntaria del embarazo. Ayer recibió a representantes de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (ACAI), la Sociedad Española de Contracepción y Fundación Española de Contracepción. Las tres entidades coincidieron en su demanda de que la futura ley del aborto se acompañe de una estrategia de educación sexual para evitar un gran número de embarazos no deseados. El presidente de ACAI, Santiago Barambio, propuso a Aído una ley de plazos más ambiciosa, con 24 semanas de aborto libre frente a las 14 recomendadas por el comité de expertos, que, dijo, «dejan fuera al colectivo de mujeres más vulnerable».

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