Correa pide en Murcia a los emigrantes que vuelvan a Ecuador El presidente anima a sus compatriotas a participar en su proyecto socialista TONO CALLEJA - Murcia EL PAÍS - España - 21-10-2007
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, animó ayer en Murcia a sus 50.000 compatriotas que viven en la región y, por extensión, a los 400.000 que residen en el resto de España para que vuelvan a su país y participen en su proyecto "Socialismo del siglo XXI". Vestido con traje oscuro y camisa sin cuello decorada con motivos indígenas, el mismo atuendo que lució durante su campaña electoral, alabó a los emigrantes y les invitó a crear en Ecuador la misma riqueza que están contribuyendo a crear en España.
Correa presentó el Plan Retorno, que entrará en vigor en enero y ofrece ayudas e incentivos para que los ecuatorianos regresen a su país. Entre esos incentivos destacan la exoneración de impuestos para la repatriación de enseres y bienes, y bonos y microcréditos para la reinserción. El mandatario proclamó que su Administración, que gobierna desde hace casi nueve meses, "pretende ser el Gobierno de los emigrantes".
La visita a España del presidente ecuatoriano comenzó el viernes en la ciudad de Lorca, donde rindió homenaje a sus 12 compatriotas sin papeles que murieron en 2001 al ser arrollados por un tren cuando viajaban en una furgoneta para trabajar en una explotación agrícola.
Correa aprovechó la ocasión para alabar a los inmigrantes y, de paso, atacar a quienes se le oponen en su país: "Los migrantes", dijo, "son las grandes víctimas de la larga noche neoliberal, pero también los grandes héroes. Hay empresarios mediocres en nuestro país que se llenan la boca diciendo que son los grandes empresarios, y lo único que han hecho es lucrarse de los demás, muchas veces en posiciones de monopolio. Pero cuántos buenos empresarios hay entre los millones de migrantes. Ustedes sí que son los verdaderos empresarios". Prometió, como en ocasiones anteriores, que "nunca más los protagonistas de este gran desastre nacional que se llama emigración serán abandonados".
Ayer, Correa contestó durante dos horas a las preguntas de un centenar de compatriotas que abarrotaban el salón de usos múltiples de la Delegación del Gobierno de Murcia. El encuentro fue retransmitido en Ecuador a través de un programa radiofónico. Entre los problemas que le plantearon destacó la cuestión de los hidrocarburos. El mandatario afirmó que en su país "no hay que nacionalizar absolutamente nada" porque, "como dice la Constitución", el petróleo y los recursos naturales "siempre" han sido del Estado. "Si por eso alguna empresa se quiere ir, que le vaya bonito".
Según los cálculos de su Gobierno, las petroleras deben al Estado 317 millones de dólares por el reparto de beneficios extraordinarios desde abril de 2006 y la empresa estatal Petroecuador les ha dado como plazo para el pago hasta el 31 de octubre. Correa dijo que las petroleras no han satisfecho aún esa deuda, pero "se la vamos a cobrar".
A cada frase, Correa arrancaba los aplausos del auditorio. Pero lo que más apoyaron los inmigrantes fueron las críticas del presidente a que Ecuador tenga como moneda el dólar de Estados Unidos: "Es como un mal matrimonio", dijo, "un mal menor, en el que el divorcio es mucho peor que seguir casado. Pero pronto en América Latina tendremos una moneda común, como pasa en Europa".
Correa hizo una encendida defensa de su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez. Refiriéndose al oleoducto acordado entre los Gobiernos de ese país y de Brasil, dijo que "podría tratarse de un elemento que facilite la cohesión y la integración regional", proceso en el que aseguró participar "plenamente y con entusiasmo". El presidente de Ecuador apoyó una integración latinoamericana "bolivariana y no neoliberal para convertirnos en un gran mercado".
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, animó ayer en Murcia a sus 50.000 compatriotas que viven en la región y, por extensión, a los 400.000 que residen en el resto de España para que vuelvan a su país y participen en su proyecto "Socialismo del siglo XXI". Vestido con traje oscuro y camisa sin cuello decorada con motivos indígenas, el mismo atuendo que lució durante su campaña electoral, alabó a los emigrantes y les invitó a crear en Ecuador la misma riqueza que están contribuyendo a crear en España.
Correa presentó el Plan Retorno, que entrará en vigor en enero y ofrece ayudas e incentivos para que los ecuatorianos regresen a su país. Entre esos incentivos destacan la exoneración de impuestos para la repatriación de enseres y bienes, y bonos y microcréditos para la reinserción. El mandatario proclamó que su Administración, que gobierna desde hace casi nueve meses, "pretende ser el Gobierno de los emigrantes".
La visita a España del presidente ecuatoriano comenzó el viernes en la ciudad de Lorca, donde rindió homenaje a sus 12 compatriotas sin papeles que murieron en 2001 al ser arrollados por un tren cuando viajaban en una furgoneta para trabajar en una explotación agrícola.
Correa aprovechó la ocasión para alabar a los inmigrantes y, de paso, atacar a quienes se le oponen en su país: "Los migrantes", dijo, "son las grandes víctimas de la larga noche neoliberal, pero también los grandes héroes. Hay empresarios mediocres en nuestro país que se llenan la boca diciendo que son los grandes empresarios, y lo único que han hecho es lucrarse de los demás, muchas veces en posiciones de monopolio. Pero cuántos buenos empresarios hay entre los millones de migrantes. Ustedes sí que son los verdaderos empresarios". Prometió, como en ocasiones anteriores, que "nunca más los protagonistas de este gran desastre nacional que se llama emigración serán abandonados".
Ayer, Correa contestó durante dos horas a las preguntas de un centenar de compatriotas que abarrotaban el salón de usos múltiples de la Delegación del Gobierno de Murcia. El encuentro fue retransmitido en Ecuador a través de un programa radiofónico. Entre los problemas que le plantearon destacó la cuestión de los hidrocarburos. El mandatario afirmó que en su país "no hay que nacionalizar absolutamente nada" porque, "como dice la Constitución", el petróleo y los recursos naturales "siempre" han sido del Estado. "Si por eso alguna empresa se quiere ir, que le vaya bonito".
Según los cálculos de su Gobierno, las petroleras deben al Estado 317 millones de dólares por el reparto de beneficios extraordinarios desde abril de 2006 y la empresa estatal Petroecuador les ha dado como plazo para el pago hasta el 31 de octubre. Correa dijo que las petroleras no han satisfecho aún esa deuda, pero "se la vamos a cobrar".
A cada frase, Correa arrancaba los aplausos del auditorio. Pero lo que más apoyaron los inmigrantes fueron las críticas del presidente a que Ecuador tenga como moneda el dólar de Estados Unidos: "Es como un mal matrimonio", dijo, "un mal menor, en el que el divorcio es mucho peor que seguir casado. Pero pronto en América Latina tendremos una moneda común, como pasa en Europa".
Correa hizo una encendida defensa de su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez. Refiriéndose al oleoducto acordado entre los Gobiernos de ese país y de Brasil, dijo que "podría tratarse de un elemento que facilite la cohesión y la integración regional", proceso en el que aseguró participar "plenamente y con entusiasmo". El presidente de Ecuador apoyó una integración latinoamericana "bolivariana y no neoliberal para convertirnos en un gran mercado".
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