El Parlamento rechaza la toma en consideración de la ILP que reclamaba una red de apoyo para evitar abortos. NaBai, PSN e IU calificaron esta iniciativa popular, presentada por la Red Madre, como «excluyente» e «innecesaria»
El pleno del Parlamento de Navarra rechazó esta mañana con los votos de Nafarroa Bai, PSN e Izquierda Unida una iniciativa legislativa popular en la que se proponía la creación de una red de apoyo para evitar que las mujeres aborten. Apoyaron la iniciativa UPN y CDN. AGENCIAS. PAMPLONA
Los tres partidos que votaron en contra calificaron la ILP presentada de «excluyente» o «innecesaria», entre otras cuestiones porque, según su opinión, no respetaba la total «libertad» de las madres para decidir entre proseguir o interrumpir el embarazo y porque ya existen iniciativas de apoyo y prevención. También defendieron que este tipo de políticas se realicen desde la red pública.
Por su parte, UPN puso el acento en que la ILP reclamaba proporcionar ayuda a quien lo necesita. Y CDN se mostró a favor de ofrecer las mejores soluciones a los embarazos no deseados.
Concretamente, la Red Madre quería con esta ILP que el Gobierno foral apoyara la creación de una red de centros de asesoramiento y asistencia, para evitar los casos de mujeres que se ven abogadas a sopesar la decisión de abortar cuando, ante un embarazo imprevisto, se sienten solas o cuando concurren circunstancias como inestabilidad laboral, falta de recursos, minoría de edad o «irresponsabilidad» del padre.
El texto de la proposición subrayaba que en una sociedad desarrollada «ninguna mujer debería quedar» en esta situación de desamparo y criticaba que muchas voces presenten el aborto «como la solución lógica». A ello achacaba el hecho de que en España crezca «de forma descontrolada» el número de «defunciones por aborto».
Según datos aportados por la ILP, desde que entró en vigor la ley, en España se han producido un millón de año. En 2004, se registraron 85.000, con un incremento del 75 por ciento en diez años. Según sus datos, en Navarra, fueron 639, y el incremento fue del 300 por cien.
Los centros de apoyo se encargarían de proporcionar información detallada sobre recursos de protección social, salarios de inserción social, ayudas a la maternidad. La ILP también reclamaba medidas como adecuación de horarios escolares a adolescentes escolares o la existencia de un teléfono gratuito de contacto con la red de apoyo.
La proposición recabó 8.000 firmas, mil más que las necesarias.
Ayudar
En el turno a favor, Conchita Mateo, parlamentaria de UPN, destacó que la ILP se basa en un principio social «fundamental»; ayudar a quien lo necesita. «Estamos reclamando afecto porque se necesita, porque se lo merece», defendió y aseguró que en estos casos lo piden dos personas, la madre y el hijo.
También aseguró que ninguna mujer debe quedar en desamparo social por el mero hecho de quedar embarazada. Según dijo, no se trata de reorientar las políticas de sexología, sino de una política de asistencia social, como complementarias de la política general de apoyo a la familia. «Es la primera medida de conciliación y no tenemos que esperar a que nazca el hijo», comentó.
Juan Cruz Alli, detectó algunas deficiencias en el articulado, pero en cuanto al fondo apoyó las medidas de apoyo a la maternidad y de búsqueda de las mejores soluciones a los embarazos no deseados, aunque también apreció que algunas medidas ya se están aplicando.
Turno en contra
NaBai se opuso al considerar que la iniciativa era «excluyente» porque desde lo público, y no desde ONG que actúan según la ideología de sus componentes, se debe garantizar «una toma de decisión con total libertad, sin presiones políticas ni sociales». La parlamentaria Asun Fernández de Garayalde defendió que el apoyo no debe estar únicamente enfocado a seguir adelante con el embarazo.
En cuanto al incremento de abortos en Navarra, Fernández de Garayalde lo atribuyó a la «política» de UPN de no atender la educación sexual.
Por su parte, Maria Victoria Chivite, de PSN, resaltó que las políticas demandas por la Red Madre ya se están aplicando, por lo que calificó la ILP de «innecesaria». Citó la educación sexual en el medio escolar, las campañas de prevención o la atención integral a la mujer. Y señaló que, según un reciente estudio, el perfil de mujer que opta por abortar tiene recursos, es soltera y trabaja, rechazando así algunos de los argumentos de la Red Madre. «El informe descarta dificultades económicas», indicó.
Ana Figueras, de IUN, cuestionó que la iniciativa reclame una red de apoyo sólo para mujeres embarazadas y considere que todo aborto «es una tragedia». «En ningún momento se solicita una red de apoyo para que la mujer decida en libertad», criticó la parlamentaria, quien observó una «intencional clara» en la ILP, «no interrumpir el embarazo y cantar las excelencias de las ONG privadas».
«Montamos nuestra ONG que luego nos la financiarán», dijo, posesionándose en contra de «políticas públicas manejadas por ONG privadas». Figueras también criticó que la ILP equipare «defunciones y mortalidad a abortos».
El pleno del Parlamento de Navarra rechazó esta mañana con los votos de Nafarroa Bai, PSN e Izquierda Unida una iniciativa legislativa popular en la que se proponía la creación de una red de apoyo para evitar que las mujeres aborten. Apoyaron la iniciativa UPN y CDN. AGENCIAS. PAMPLONA
Los tres partidos que votaron en contra calificaron la ILP presentada de «excluyente» o «innecesaria», entre otras cuestiones porque, según su opinión, no respetaba la total «libertad» de las madres para decidir entre proseguir o interrumpir el embarazo y porque ya existen iniciativas de apoyo y prevención. También defendieron que este tipo de políticas se realicen desde la red pública.
Por su parte, UPN puso el acento en que la ILP reclamaba proporcionar ayuda a quien lo necesita. Y CDN se mostró a favor de ofrecer las mejores soluciones a los embarazos no deseados.
Concretamente, la Red Madre quería con esta ILP que el Gobierno foral apoyara la creación de una red de centros de asesoramiento y asistencia, para evitar los casos de mujeres que se ven abogadas a sopesar la decisión de abortar cuando, ante un embarazo imprevisto, se sienten solas o cuando concurren circunstancias como inestabilidad laboral, falta de recursos, minoría de edad o «irresponsabilidad» del padre.
El texto de la proposición subrayaba que en una sociedad desarrollada «ninguna mujer debería quedar» en esta situación de desamparo y criticaba que muchas voces presenten el aborto «como la solución lógica». A ello achacaba el hecho de que en España crezca «de forma descontrolada» el número de «defunciones por aborto».
Según datos aportados por la ILP, desde que entró en vigor la ley, en España se han producido un millón de año. En 2004, se registraron 85.000, con un incremento del 75 por ciento en diez años. Según sus datos, en Navarra, fueron 639, y el incremento fue del 300 por cien.
Los centros de apoyo se encargarían de proporcionar información detallada sobre recursos de protección social, salarios de inserción social, ayudas a la maternidad. La ILP también reclamaba medidas como adecuación de horarios escolares a adolescentes escolares o la existencia de un teléfono gratuito de contacto con la red de apoyo.
La proposición recabó 8.000 firmas, mil más que las necesarias.
Ayudar
En el turno a favor, Conchita Mateo, parlamentaria de UPN, destacó que la ILP se basa en un principio social «fundamental»; ayudar a quien lo necesita. «Estamos reclamando afecto porque se necesita, porque se lo merece», defendió y aseguró que en estos casos lo piden dos personas, la madre y el hijo.
También aseguró que ninguna mujer debe quedar en desamparo social por el mero hecho de quedar embarazada. Según dijo, no se trata de reorientar las políticas de sexología, sino de una política de asistencia social, como complementarias de la política general de apoyo a la familia. «Es la primera medida de conciliación y no tenemos que esperar a que nazca el hijo», comentó.
Juan Cruz Alli, detectó algunas deficiencias en el articulado, pero en cuanto al fondo apoyó las medidas de apoyo a la maternidad y de búsqueda de las mejores soluciones a los embarazos no deseados, aunque también apreció que algunas medidas ya se están aplicando.
Turno en contra
NaBai se opuso al considerar que la iniciativa era «excluyente» porque desde lo público, y no desde ONG que actúan según la ideología de sus componentes, se debe garantizar «una toma de decisión con total libertad, sin presiones políticas ni sociales». La parlamentaria Asun Fernández de Garayalde defendió que el apoyo no debe estar únicamente enfocado a seguir adelante con el embarazo.
En cuanto al incremento de abortos en Navarra, Fernández de Garayalde lo atribuyó a la «política» de UPN de no atender la educación sexual.
Por su parte, Maria Victoria Chivite, de PSN, resaltó que las políticas demandas por la Red Madre ya se están aplicando, por lo que calificó la ILP de «innecesaria». Citó la educación sexual en el medio escolar, las campañas de prevención o la atención integral a la mujer. Y señaló que, según un reciente estudio, el perfil de mujer que opta por abortar tiene recursos, es soltera y trabaja, rechazando así algunos de los argumentos de la Red Madre. «El informe descarta dificultades económicas», indicó.
Ana Figueras, de IUN, cuestionó que la iniciativa reclame una red de apoyo sólo para mujeres embarazadas y considere que todo aborto «es una tragedia». «En ningún momento se solicita una red de apoyo para que la mujer decida en libertad», criticó la parlamentaria, quien observó una «intencional clara» en la ILP, «no interrumpir el embarazo y cantar las excelencias de las ONG privadas».
«Montamos nuestra ONG que luego nos la financiarán», dijo, posesionándose en contra de «políticas públicas manejadas por ONG privadas». Figueras también criticó que la ILP equipare «defunciones y mortalidad a abortos».
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