Agreden a un niño y lo graban en el móvil en un colegio de Fraga Fraga - Mireia González 2006-11-14
Dos niñas de doce años del colegio Santa Ana de Fraga pegaron la semana pasada a un pequeño de seis años del mismo centro mientras grababan lo sucedido con el teléfono móvil. Según fuentes del centro, no hubo lesiones y el asunto se ha podido solucionar a nivel escolar, adoptando las medidas disciplinarias oportunas. Sin embargo, el incidente creó alarma entre los padres de algunos alumnos del centro que, según indicaron, no estaban recibiendo explicaciones de lo sucedido.
La directora de primaria del colegio Santa Ana de Fraga confirmó ayer los hechos a este periódico, explicando que “el asunto está encaminado y zanjado”. La directora, que se negó a dar más detalles de lo sucedido por petición explícita de los padres de los menores implicados, añadió que “hemos tomado las medidas que teníamos que tomar después de reunirnos con los padres de los niños y hemos actuado aplicando la sanción correspondiente”. Las niñas no habrían sido expulsadas de la escuela.
De este modo, el centro escolar fue capaz de solucionar el problema aplicando las medidas disciplinarias oportunas a las dos niñas de doce años, por lo que, al parecer, los padres del pequeño de seis años decidieron no interponer ninguna denuncia. Así lo confirmaban ayer fuentes del cuartel de Fraga, donde aseguraron no haber recibido ninguna denuncia al respecto.
Al parecer, el pequeño no habría sufrido lesiones y el incidente no se parecería ni remotamente a las serias agresiones que se han dado últimamente en las aulas españolas, aseguraron fuentes cercanas al centro escolar.
El incidente se produjo la misma semana en que un menor de 15 años de Fraga, estudiante también del centro concertado Santa Ana, saltara las vallas del Instituto de Enseñanza Secundaria Ramón J. Sender de esta misma población y presuntamente pegara a un profesor, que denunció la agresión ante la Guardia Civil. El menor, por su parte, declaró que el profesor le había insultado.
El profesor de Tecnología, que lleva pocos meses en el instituto, estaba vigilando el segundo recreo, alrededor de la una del mediodía, cuando el menor saltó la valla del patio y, si mediar palabra, le propinó un puñetazo por la espalda, que le hizo caer al suelo. Tras reincorporarse, y viendo la actitud amenazante del agresor, el profesor suspendió el recreo y entró con todos los alumnos al instituto.
El agredido fue atendido en el Centro de Salud y se presentó la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil, que ya ha tomado declaración al presunto agresor, un menor de edad alumno del colegio de Santa Ana. El tema está ya en manos del Tribunal de Menores.
Aunque la víctima de los hechos es un profesor y la agresión tuvo lugar en el interior de un recinto educativo, el director del instituto, Aurelio Trigueros, consideraba que no podía hablarse de violencia escolar, sino de un caso más de violencia ciudadana, protagonizado por un menor que no había tenido ninguna relación con el profesor. El presunto agresor forma parte de un grupo de menores que suele encontrarse, en horario lectivo, en el paseo de la Constitución. Trigueros destacó que ya había habido otros casos de violencia, verbal o contra el mobiliario del centro, pero nunca se había llegado a la agresión física.
El claustro del instituto solicitó por escrito a la Policía que patrulle la zona en horario escolar.
Dos niñas de doce años del colegio Santa Ana de Fraga pegaron la semana pasada a un pequeño de seis años del mismo centro mientras grababan lo sucedido con el teléfono móvil. Según fuentes del centro, no hubo lesiones y el asunto se ha podido solucionar a nivel escolar, adoptando las medidas disciplinarias oportunas. Sin embargo, el incidente creó alarma entre los padres de algunos alumnos del centro que, según indicaron, no estaban recibiendo explicaciones de lo sucedido.
La directora de primaria del colegio Santa Ana de Fraga confirmó ayer los hechos a este periódico, explicando que “el asunto está encaminado y zanjado”. La directora, que se negó a dar más detalles de lo sucedido por petición explícita de los padres de los menores implicados, añadió que “hemos tomado las medidas que teníamos que tomar después de reunirnos con los padres de los niños y hemos actuado aplicando la sanción correspondiente”. Las niñas no habrían sido expulsadas de la escuela.
De este modo, el centro escolar fue capaz de solucionar el problema aplicando las medidas disciplinarias oportunas a las dos niñas de doce años, por lo que, al parecer, los padres del pequeño de seis años decidieron no interponer ninguna denuncia. Así lo confirmaban ayer fuentes del cuartel de Fraga, donde aseguraron no haber recibido ninguna denuncia al respecto.
Al parecer, el pequeño no habría sufrido lesiones y el incidente no se parecería ni remotamente a las serias agresiones que se han dado últimamente en las aulas españolas, aseguraron fuentes cercanas al centro escolar.
El incidente se produjo la misma semana en que un menor de 15 años de Fraga, estudiante también del centro concertado Santa Ana, saltara las vallas del Instituto de Enseñanza Secundaria Ramón J. Sender de esta misma población y presuntamente pegara a un profesor, que denunció la agresión ante la Guardia Civil. El menor, por su parte, declaró que el profesor le había insultado.
El profesor de Tecnología, que lleva pocos meses en el instituto, estaba vigilando el segundo recreo, alrededor de la una del mediodía, cuando el menor saltó la valla del patio y, si mediar palabra, le propinó un puñetazo por la espalda, que le hizo caer al suelo. Tras reincorporarse, y viendo la actitud amenazante del agresor, el profesor suspendió el recreo y entró con todos los alumnos al instituto.
El agredido fue atendido en el Centro de Salud y se presentó la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil, que ya ha tomado declaración al presunto agresor, un menor de edad alumno del colegio de Santa Ana. El tema está ya en manos del Tribunal de Menores.
Aunque la víctima de los hechos es un profesor y la agresión tuvo lugar en el interior de un recinto educativo, el director del instituto, Aurelio Trigueros, consideraba que no podía hablarse de violencia escolar, sino de un caso más de violencia ciudadana, protagonizado por un menor que no había tenido ninguna relación con el profesor. El presunto agresor forma parte de un grupo de menores que suele encontrarse, en horario lectivo, en el paseo de la Constitución. Trigueros destacó que ya había habido otros casos de violencia, verbal o contra el mobiliario del centro, pero nunca se había llegado a la agresión física.
El claustro del instituto solicitó por escrito a la Policía que patrulle la zona en horario escolar.
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