Según narra en una carta publicada por Heraldo de Aragón Miguel Ángel Mallén Martín, el ayuntamiento de Zaragoza impidió a los vecinos la entrada al pleno de aprobación del presupuesto anual privilegiando a sus funcionarios (que entraron por la puerta interior como VIP hasta llenar la sala) y luego Belloch lo recriminó como si fuera culpa suya, aún cuando había acudido horas antes...
«Madruguen más» carta al Director. Heraldo de Aragón
En el pleno municipal del día 4, en el que se aprobó el Presupuesto de la ciudad, sucedieron unos hechos que no puedo dejar de comentar. Los plenos del Ayuntamiento de Zaragoza son públicos y abiertos a todos los ciudadanos. Pues bien, el de ese día estaba convocado para las 10.00 y, previendo una gran asistencia y dado que había solicitado intervenir, entré junto a otras dos personas en el salón a las 9.15. Al poco, un ujier nos pidió que abandonáramos el salón hasta la hora de comienzo de la sesión, cuando nos darían entrada tras identificarnos y pasar por el escáner de seguridad. Estuvimos esperando mientras llegaban numerosos vecinos, particularmente jóvenes y afectados por los recortes previstos en el Presupuesto. Por fin, a las 10.30, los policías que custodiaban la puerta permitieron la entrada, pero a tan solo tres personas, las primeras de la fila, ante la sorpresa de todos los presentes. La sorpresa se transformó en asombro cuando nos encontramos con que el salón de sesiones estaba absolutamente lleno, salvo tres butacas. Por lo visto, todo ese "público", entre el que reconocimos a numerosos funcionarios, había entrado por la otra puerta. Y aún faltaba la guinda. Al manifestar nuestra extrañeza ante tan surrealista situación, el alcalde nos contestó: «La próxima vez, madruguen más». Los hechos hablan por sí solos. Tanto el presidente del Consejo de la Juventud como yo mismo entramos justo en el momento en que nos tocaba intervenir. Pero, ¿qué habría pasado si no hubiéramos sido los primeros de la fila? Tal vez deberíamos preguntarnos qué tenían ese debate y ese presupuesto para ser tan bochornosamente ocultados y restringidos a la participación ciudadana. Espero que esta falta de transparencia, estos malos modos, sean únicamente producto de los nervios de un día y no lo que nos espera de ahora en adelante en unos momentos tan delicados para nuestra ciudad. Miguel Ángel Mallén Martín, presidente de la FABZ (Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza)
«Madruguen más» carta al Director. Heraldo de Aragón
En el pleno municipal del día 4, en el que se aprobó el Presupuesto de la ciudad, sucedieron unos hechos que no puedo dejar de comentar. Los plenos del Ayuntamiento de Zaragoza son públicos y abiertos a todos los ciudadanos. Pues bien, el de ese día estaba convocado para las 10.00 y, previendo una gran asistencia y dado que había solicitado intervenir, entré junto a otras dos personas en el salón a las 9.15. Al poco, un ujier nos pidió que abandonáramos el salón hasta la hora de comienzo de la sesión, cuando nos darían entrada tras identificarnos y pasar por el escáner de seguridad. Estuvimos esperando mientras llegaban numerosos vecinos, particularmente jóvenes y afectados por los recortes previstos en el Presupuesto. Por fin, a las 10.30, los policías que custodiaban la puerta permitieron la entrada, pero a tan solo tres personas, las primeras de la fila, ante la sorpresa de todos los presentes. La sorpresa se transformó en asombro cuando nos encontramos con que el salón de sesiones estaba absolutamente lleno, salvo tres butacas. Por lo visto, todo ese "público", entre el que reconocimos a numerosos funcionarios, había entrado por la otra puerta. Y aún faltaba la guinda. Al manifestar nuestra extrañeza ante tan surrealista situación, el alcalde nos contestó: «La próxima vez, madruguen más». Los hechos hablan por sí solos. Tanto el presidente del Consejo de la Juventud como yo mismo entramos justo en el momento en que nos tocaba intervenir. Pero, ¿qué habría pasado si no hubiéramos sido los primeros de la fila? Tal vez deberíamos preguntarnos qué tenían ese debate y ese presupuesto para ser tan bochornosamente ocultados y restringidos a la participación ciudadana. Espero que esta falta de transparencia, estos malos modos, sean únicamente producto de los nervios de un día y no lo que nos espera de ahora en adelante en unos momentos tan delicados para nuestra ciudad. Miguel Ángel Mallén Martín, presidente de la FABZ (Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza)
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