Labordeta: ahora tiene poco sentido un partido nacionalista en Aragón. EFE Ainhoa García Mendaza
El escritor, cantautor y político José Antonio Labordeta acaba de publicar sus "Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados", un repaso a su paso por la Cámara Baja donde reconoce que aguantó "por ética" y, ya retirado de la política activa, cree que en este momento tiene "poco sentido" que en Aragón exista un partido nacionalista.
Pregunta.- Acaba de publicar sus "Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados. ¿Tan solo se sintió?
Respuesta.- No, la verdad es que me sentí muy cobijado. Al principio sí, te sientes muy solo. El título viene de que al poco tiempo de estar en el Congreso un paisano de Zaragoza me preguntó qué tal por el Congreso y dije: "más despistado que un beduino". Aquello me hizo gracia y ocho años después se me ocurrió este título.
P.- Pasó ocho años en el Congreso defendiendo los intereses de Aragón. ¿Valió la pena?
R.- Pues yo creo que sí. En esos momentos el resto del país se enteró de que existía un territorio que se llama Aragón. Dimos la barrila ahí en Madrid, el tostón, y al final la gente se enteró.
P.- ¿Le ha decepcionado la izquierda?
R.- No, la izquierda es lo que da de sí, no me decepciona nada. Durante muchos años hemos sido gente que hemos apoyado a la izquierda contra tirios y troyanos, sabiendo lo que da de sí y a donde va. El problema ya no es de izquierda o derecha, el problema es quien controla el poder. Y son normalmente de derechas. Los que controlan el poder económico, militar, religioso, siempre están metiéndole la mano en el cuello a la pobre gente de izquierdas. ¿Qué le pasa a Zapatero?. Que se encuentra en este momento rodeado de una problemática muy complicada, que seguro que si gobernara el PP, el paro y todas esas cosas se verían de otra manera.
Lo que ha pasado en Galicia es muy curioso. La corrupción del PP no le ha afectado para nada en las elecciones y al PSOE y a los gallegos (en referencia al BNG), que hayan tenido un coche más caro o haya ido en un yate con un empresario, pues les ha arruinado la vida. ¿Por qué?. Porque la gente piensa que la derecha es ya corrupta. Cuando sale un corrupto (en la izquierda) se organiza un escándalo, como con el alcalde de Alcaucín. La gente no espera que esas cosas pasen en la izquierda y, naturalmente, la gente de la izquierda es humana como toda la demás. Hay algunos que aguantan el pecado original de meter mano en el dinero y hay gente que no tiene voluntad y mete mano en el dinero.
P.- ¿Por qué ha dejado la política. ¿Le han frustrado los partidos o los votantes?
R.- Yo nunca pensé en meterme en política. La verdad es que un día, los de la Chunta me pidieron que me presentara a las elecciones de Aragón y luego había un problema de quien iba a Madrid. Yo Madrid la conocía. Había estado haciendo "Un país en la mochila". Nos presentamos, yo pensaba que no iba a salir, y de pronto me encontré sentado en el hemiciclo, el último del ala izquierda. Y me metí allí, yo que he sido un hombre que no me gustaban nada las leyes. Estudié tres años derecho y lo dejé porque no entendía nada, y de pronto me encontré con que allí es todo derecho. Es un follón. Aguanté ocho años yo creo que por ética.
P.- ¿Cree que en Aragón un partido nacionalista tiene sentido o está abocado a desaparecer?
R.- Yo creo que en este momento tiene poco sentido. Ya vemos que tiene muy pocos votos, que pegó un bajón enorme y ojalá suba. La gente tiene mucho sentido de Aragón, porque siempre desde el siglo XIV tiene las mismas fronteras. Pero la gente nacionalista en esta tierra, ya ves lo que da de sí. En las últimas elecciones la CHA sacó 40.000 votos, a lo mejor son 40.000 nacionalistas que hay en todo el territorio. Pocos mimbres para hacer un cesto.
P.- Sufre cáncer de próstata desde 2006 pero ha dejado la quimioterapia ¿Ha perdido la esperanza?
R.- No, la esperanza no, que me destrozó. Me sentó muy mal y me produjo un infarto pulmonar. Y todavía estoy con él a cuestas. Lo estoy superando, y la doctora me dijo que la dejara por ahora.
P.- ¿La piensa retomar?
R.- Si pudiera no la retomaría, porque de las tres sesiones que tuve, dos acabé en el hospital. Por alguna razón yo no soy capaz de aguantar una quimio.
P.- Profesor, cantautor, escritor, poeta y político. ¿Qué le ha hecho más feliz?
R.- Una de las cosas que más feliz me ha hecho ha sido "El país en la mochila". Fueron 29 programas y nueve años, y me encontré con un país que más o menos intuía, pero que desconocía. Es lo que más me ha apetecido de todas las cosas que yo he hecho. Nueve años recorriendo todo, lo que te hace ver es que este país es una gran federación. Yo no me emborracho nunca, pero cuando celebramos una fiesta brindo por una monarquía federal, porque la república todavía creo que está lejos.
P.- ¿Cómo lleva sus nuevos proyectos, como su novela negra "El crimen de la calle Boggiero"?
R.- Voy avanzando, pero poco a poco. Ahora me cuesta más escribir que antes. Antes escribía a una velocidad enorme y ahora me cuesta.
P.- Le acaban de conceder la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes. ¿Cómo se siente?
R.- Todavía no lo he asumido. Jamás pensé que me iban a dar un premio de las Bellas Artes. En Bachiller no aprobé nunca el dibujo. Me lo pasaban en septiembre. Yo pensé que las Bellas Artes era más bien la pintura, la escultura, la danza, y que de repente a un tío, por ser cantautor, le den el premio, todavía no lo he asumido. Lo mejor es no darle tanta importancia. Muy agradecido de que se hayan acordado de mí, pero hay mucha gente por ahí que también merecería el premio.
El escritor, cantautor y político José Antonio Labordeta acaba de publicar sus "Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados", un repaso a su paso por la Cámara Baja donde reconoce que aguantó "por ética" y, ya retirado de la política activa, cree que en este momento tiene "poco sentido" que en Aragón exista un partido nacionalista.
Pregunta.- Acaba de publicar sus "Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados. ¿Tan solo se sintió?
Respuesta.- No, la verdad es que me sentí muy cobijado. Al principio sí, te sientes muy solo. El título viene de que al poco tiempo de estar en el Congreso un paisano de Zaragoza me preguntó qué tal por el Congreso y dije: "más despistado que un beduino". Aquello me hizo gracia y ocho años después se me ocurrió este título.
P.- Pasó ocho años en el Congreso defendiendo los intereses de Aragón. ¿Valió la pena?
R.- Pues yo creo que sí. En esos momentos el resto del país se enteró de que existía un territorio que se llama Aragón. Dimos la barrila ahí en Madrid, el tostón, y al final la gente se enteró.
P.- ¿Le ha decepcionado la izquierda?
R.- No, la izquierda es lo que da de sí, no me decepciona nada. Durante muchos años hemos sido gente que hemos apoyado a la izquierda contra tirios y troyanos, sabiendo lo que da de sí y a donde va. El problema ya no es de izquierda o derecha, el problema es quien controla el poder. Y son normalmente de derechas. Los que controlan el poder económico, militar, religioso, siempre están metiéndole la mano en el cuello a la pobre gente de izquierdas. ¿Qué le pasa a Zapatero?. Que se encuentra en este momento rodeado de una problemática muy complicada, que seguro que si gobernara el PP, el paro y todas esas cosas se verían de otra manera.
Lo que ha pasado en Galicia es muy curioso. La corrupción del PP no le ha afectado para nada en las elecciones y al PSOE y a los gallegos (en referencia al BNG), que hayan tenido un coche más caro o haya ido en un yate con un empresario, pues les ha arruinado la vida. ¿Por qué?. Porque la gente piensa que la derecha es ya corrupta. Cuando sale un corrupto (en la izquierda) se organiza un escándalo, como con el alcalde de Alcaucín. La gente no espera que esas cosas pasen en la izquierda y, naturalmente, la gente de la izquierda es humana como toda la demás. Hay algunos que aguantan el pecado original de meter mano en el dinero y hay gente que no tiene voluntad y mete mano en el dinero.
P.- ¿Por qué ha dejado la política. ¿Le han frustrado los partidos o los votantes?
R.- Yo nunca pensé en meterme en política. La verdad es que un día, los de la Chunta me pidieron que me presentara a las elecciones de Aragón y luego había un problema de quien iba a Madrid. Yo Madrid la conocía. Había estado haciendo "Un país en la mochila". Nos presentamos, yo pensaba que no iba a salir, y de pronto me encontré sentado en el hemiciclo, el último del ala izquierda. Y me metí allí, yo que he sido un hombre que no me gustaban nada las leyes. Estudié tres años derecho y lo dejé porque no entendía nada, y de pronto me encontré con que allí es todo derecho. Es un follón. Aguanté ocho años yo creo que por ética.
P.- ¿Cree que en Aragón un partido nacionalista tiene sentido o está abocado a desaparecer?
R.- Yo creo que en este momento tiene poco sentido. Ya vemos que tiene muy pocos votos, que pegó un bajón enorme y ojalá suba. La gente tiene mucho sentido de Aragón, porque siempre desde el siglo XIV tiene las mismas fronteras. Pero la gente nacionalista en esta tierra, ya ves lo que da de sí. En las últimas elecciones la CHA sacó 40.000 votos, a lo mejor son 40.000 nacionalistas que hay en todo el territorio. Pocos mimbres para hacer un cesto.
P.- Sufre cáncer de próstata desde 2006 pero ha dejado la quimioterapia ¿Ha perdido la esperanza?
R.- No, la esperanza no, que me destrozó. Me sentó muy mal y me produjo un infarto pulmonar. Y todavía estoy con él a cuestas. Lo estoy superando, y la doctora me dijo que la dejara por ahora.
P.- ¿La piensa retomar?
R.- Si pudiera no la retomaría, porque de las tres sesiones que tuve, dos acabé en el hospital. Por alguna razón yo no soy capaz de aguantar una quimio.
P.- Profesor, cantautor, escritor, poeta y político. ¿Qué le ha hecho más feliz?
R.- Una de las cosas que más feliz me ha hecho ha sido "El país en la mochila". Fueron 29 programas y nueve años, y me encontré con un país que más o menos intuía, pero que desconocía. Es lo que más me ha apetecido de todas las cosas que yo he hecho. Nueve años recorriendo todo, lo que te hace ver es que este país es una gran federación. Yo no me emborracho nunca, pero cuando celebramos una fiesta brindo por una monarquía federal, porque la república todavía creo que está lejos.
P.- ¿Cómo lleva sus nuevos proyectos, como su novela negra "El crimen de la calle Boggiero"?
R.- Voy avanzando, pero poco a poco. Ahora me cuesta más escribir que antes. Antes escribía a una velocidad enorme y ahora me cuesta.
P.- Le acaban de conceder la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes. ¿Cómo se siente?
R.- Todavía no lo he asumido. Jamás pensé que me iban a dar un premio de las Bellas Artes. En Bachiller no aprobé nunca el dibujo. Me lo pasaban en septiembre. Yo pensé que las Bellas Artes era más bien la pintura, la escultura, la danza, y que de repente a un tío, por ser cantautor, le den el premio, todavía no lo he asumido. Lo mejor es no darle tanta importancia. Muy agradecido de que se hayan acordado de mí, pero hay mucha gente por ahí que también merecería el premio.
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