Negar el acoso escolar. Severo correctivo a un colegio que restó importancia a una agresión grabada en vídeo. EL PAÍS - Opinión - 11-01-2009
La Audiencia de Madrid ha sentado un importante precedente en el tratamiento jurídico del acoso escolar al considerar que el colegio en el que se produjeron los malos tratos a un niño tiene responsabilidad en lo ocurrido. Cuando un escolar sufre acoso persistente durante más de dos años por parte de un grupo de compañeros, y los malos tratos son incluso grabados en vídeo por los agresores, resulta muy difícil sostener, como hizo la dirección del Colegio Suizo de Alcobendas (Madrid) que se trata de un incidente puntual. La Audiencia considera que el colegio incurrió en una "falta de diligencia palpable", por lo que le condena a indemnizar a la familia con 30.000 euros.
Con este fallo, la Audiencia corrige la sentencia del Juzgado de Instrucción número 1 de Alcobendas, que había exculpado al centro aceptando su tesis de que no se había producido acoso. El fallo de la Audiencia estima que difícilmente puede ser considerado un incidente puntual entre niños una agresión en la que los agresores han tenido la previsión de dotarse de una videograbadora. La actitud que el colegio ha mantenido desde el primer momento denota una gran falta de sensibilidad hacia un problema que no es menor. El hecho de que ni la profesora, ni la tutora del grupo, ni el director requisaran la cámara con la que se grabó la agresión es considerado por la Audiencia como un indicador de pasividad. Resulta especialmente chocante que cuando el niño llamó a su padre y éste se presentó en el colegio y se hizo con la cámara, la respuesta de la dirección fuera negar la evidencia e incluso amenazar a la familia con acciones legales.
El acoso escolar es un comportamiento que, incluso en los casos en que los agresores tienen una alta capacidad de disimulo, difícilmente puede pasar inadvertido a un equipo docente sensible y atento. Porque, como se ha acreditado en este caso, la persecución suele ser persistente y con frecuencia practicada en grupo. Precisamente porque la finalidad del acoso es la humillación de la víctima, suele tener un cierto grado de publicidad. No hay peor ciego que el que no quiere ver, y negar la evidencia es la peor forma de afrontar esta grave problemática. Porque, ¿qué conclusiones pueden sacar los niños con tendencias agresivas cuando observan que los responsables de su colegio niegan o quitan importancia a una agresión que ha sido incluso grabada?
La Audiencia de Madrid ha sentado un importante precedente en el tratamiento jurídico del acoso escolar al considerar que el colegio en el que se produjeron los malos tratos a un niño tiene responsabilidad en lo ocurrido. Cuando un escolar sufre acoso persistente durante más de dos años por parte de un grupo de compañeros, y los malos tratos son incluso grabados en vídeo por los agresores, resulta muy difícil sostener, como hizo la dirección del Colegio Suizo de Alcobendas (Madrid) que se trata de un incidente puntual. La Audiencia considera que el colegio incurrió en una "falta de diligencia palpable", por lo que le condena a indemnizar a la familia con 30.000 euros.
Con este fallo, la Audiencia corrige la sentencia del Juzgado de Instrucción número 1 de Alcobendas, que había exculpado al centro aceptando su tesis de que no se había producido acoso. El fallo de la Audiencia estima que difícilmente puede ser considerado un incidente puntual entre niños una agresión en la que los agresores han tenido la previsión de dotarse de una videograbadora. La actitud que el colegio ha mantenido desde el primer momento denota una gran falta de sensibilidad hacia un problema que no es menor. El hecho de que ni la profesora, ni la tutora del grupo, ni el director requisaran la cámara con la que se grabó la agresión es considerado por la Audiencia como un indicador de pasividad. Resulta especialmente chocante que cuando el niño llamó a su padre y éste se presentó en el colegio y se hizo con la cámara, la respuesta de la dirección fuera negar la evidencia e incluso amenazar a la familia con acciones legales.
El acoso escolar es un comportamiento que, incluso en los casos en que los agresores tienen una alta capacidad de disimulo, difícilmente puede pasar inadvertido a un equipo docente sensible y atento. Porque, como se ha acreditado en este caso, la persecución suele ser persistente y con frecuencia practicada en grupo. Precisamente porque la finalidad del acoso es la humillación de la víctima, suele tener un cierto grado de publicidad. No hay peor ciego que el que no quiere ver, y negar la evidencia es la peor forma de afrontar esta grave problemática. Porque, ¿qué conclusiones pueden sacar los niños con tendencias agresivas cuando observan que los responsables de su colegio niegan o quitan importancia a una agresión que ha sido incluso grabada?
No hay comentarios:
Publicar un comentario