El Vaticano relega a Rouco en su relación con el Gobierno. Recibe instrucciones en Roma ante la visita del número dos del Papa a España. JESÚS BASTANTE - Madrid - 16/01/2009 08:00
El cardenal de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco, se encuentra en Roma desde el miércoles a la espera de ser recibido hoy por Benedicto XVI, con el objeto de ser informado por el Papa de los encuentros que mantendrá el secretario de Estado y número dos del Vaticano, Tarcisio Bertone, en su inminente visita a España, entre otros con el presidente Rodríguez Zapatero.
Se trata de un viaje oficialmente organizado por la Conferencia Episcopal, pero que ha sido cocinado entre el embajador de España en la Santa Sede, Francisco Vázquez, y la Curia vaticana, en la que ya se encuentra y ejerce el cardenal Cañizares. De hecho, la llegada de Bertone a España fue uno de los asuntos del encuentro que hace una semana mantuvieron Cañizares y Zapatero en Moncloa, sin la aquiescencia del cardenal de Madrid.
Dos líneas de diálogo
La estancia de Rouco en Roma fue confirmada por la oficina de prensa del Arzobispado de Madrid, que aseguró que el cardenal permanecerá allí al menos hasta el sábado por la mañana. Fuentes episcopales añadieron a Público que el cardenal de Madrid se siente "puenteado" por el Vaticano, que "ha aceptado la estrategia del Gobierno de crear dos líneas de diálogo". Una, con la Conferencia Episcopal, más dura y ligada a temas concretos; y la segunda, directamente con la Santa Sede para abordar las cuestiones de fondo (acuerdos Iglesia-Estado, ley de Libertad Religiosa)
El secretario de Estado tiene previsto leer la cartilla a los obispos españoles y recordarles que Benedicto XVI solicitó en mayo pasado a la Conferencia Episcopal la necesidad de "rebajar el tono de tensión" con el Gobierno. Un serio correctivo a la política mantenida, hasta la fecha, por Rouco.
En su visita, Bertone mantendrá una reunión de trabajo con Zapatero, el eje central del viaje, donde tratará de afianzar las cuestiones que, a nivel político, interesan de verdad al Vaticano y que el Episcopado no ha sabido amarrar por completo: la Ley de Libertad Religiosa, el blindaje de los Acuerdos y la total colaboración del Ejecutivo socialista en la Jornada Mundial de la Juventud. Es previsible que Bertone mantenga un breve encuentro con Mariano Rajoy.
Una reunión extraordinaria
A pesar de los intentos del Episcopado de rebajar la importancia de la visita de Bertone en una nota oficial se habla de que asistirá a una conferencia y que mantendrá "encuentros con altas autoridades del Estado" lo cierto es que el secretario de Estado vaticano no viene de vacaciones. Es más, este tipo de viajes son absolutamente extraordinarios. De hecho, sólo se recuerda un encuentro anterior de este tipo, a comienzos de los años 80, entre Felipe González y Agostino Casaroli en Roma.
El cardenal de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco, se encuentra en Roma desde el miércoles a la espera de ser recibido hoy por Benedicto XVI, con el objeto de ser informado por el Papa de los encuentros que mantendrá el secretario de Estado y número dos del Vaticano, Tarcisio Bertone, en su inminente visita a España, entre otros con el presidente Rodríguez Zapatero.
Se trata de un viaje oficialmente organizado por la Conferencia Episcopal, pero que ha sido cocinado entre el embajador de España en la Santa Sede, Francisco Vázquez, y la Curia vaticana, en la que ya se encuentra y ejerce el cardenal Cañizares. De hecho, la llegada de Bertone a España fue uno de los asuntos del encuentro que hace una semana mantuvieron Cañizares y Zapatero en Moncloa, sin la aquiescencia del cardenal de Madrid.
Dos líneas de diálogo
La estancia de Rouco en Roma fue confirmada por la oficina de prensa del Arzobispado de Madrid, que aseguró que el cardenal permanecerá allí al menos hasta el sábado por la mañana. Fuentes episcopales añadieron a Público que el cardenal de Madrid se siente "puenteado" por el Vaticano, que "ha aceptado la estrategia del Gobierno de crear dos líneas de diálogo". Una, con la Conferencia Episcopal, más dura y ligada a temas concretos; y la segunda, directamente con la Santa Sede para abordar las cuestiones de fondo (acuerdos Iglesia-Estado, ley de Libertad Religiosa)
El secretario de Estado tiene previsto leer la cartilla a los obispos españoles y recordarles que Benedicto XVI solicitó en mayo pasado a la Conferencia Episcopal la necesidad de "rebajar el tono de tensión" con el Gobierno. Un serio correctivo a la política mantenida, hasta la fecha, por Rouco.
En su visita, Bertone mantendrá una reunión de trabajo con Zapatero, el eje central del viaje, donde tratará de afianzar las cuestiones que, a nivel político, interesan de verdad al Vaticano y que el Episcopado no ha sabido amarrar por completo: la Ley de Libertad Religiosa, el blindaje de los Acuerdos y la total colaboración del Ejecutivo socialista en la Jornada Mundial de la Juventud. Es previsible que Bertone mantenga un breve encuentro con Mariano Rajoy.
Una reunión extraordinaria
A pesar de los intentos del Episcopado de rebajar la importancia de la visita de Bertone en una nota oficial se habla de que asistirá a una conferencia y que mantendrá "encuentros con altas autoridades del Estado" lo cierto es que el secretario de Estado vaticano no viene de vacaciones. Es más, este tipo de viajes son absolutamente extraordinarios. De hecho, sólo se recuerda un encuentro anterior de este tipo, a comienzos de los años 80, entre Felipe González y Agostino Casaroli en Roma.
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