Fumar daña más a los hombres. Un estudio de la UE concluye que el tabaco es menos pernicioso para las mujeres porque la intensidad de sus caladas es inferior. 7.11.08 RAFAEL HERRERO COLPISA. MADRID. Mujeres fuman en una cafetería de Oviedo./ MARCOS VEGA
Que fumar es muy perjudicial para la salud es una perogrullada. Pero que esta adicción también tiene diferencias de género era algo desconocido. Se ha encargado de constatarlo la Unión Europea en un amplio estudio en sus 27 países, en el que concluye que los hombres tienen aún más riesgo que las mujeres por el vicio tabáquico.
El informe -la mayor muestra jamás tomada en un análisis de estas características- demuestra que el tabaquismo es menos pernicioso para las hembras que para los varones, toda vez que éstas inhalan una menor cantidad de monóxido de carbono (CO) debido a que sus caladas son menos profundas e intensas y las realizan en número más reducido, por lo que toman menor cantidad de humo que llega a los pulmones. La forma de consumir el cigarro es también, por tanto, cuestión de sexos.
Según los datos de la Unión Europea, el nivel de CO de las mujeres españolas no fumadoras es de 3,2 partículas por millón (ppm), mientras que el de las fumadoras es de 15,7 ppm.
Estos niveles contrastan con los de los hombres, que son superiores en ambos casos: los no fumadores se encuentran en 3,6 ppm y los fumadores en 17,6 ppm. La diferencia, como se percibe, es aún más acusada en el grupo de fumadores.
Dicha tendencia es similar al del resto de Europa. Se considera que el CO es un agente peligroso para la contaminación ambiental cuando sobrepasa los 8,85 ppm.
Para la confección de este estudio, colofón de la campaña preventiva comunitaria de cuatro años de duración denominada 'HELP-Por una vida sin tabaco', se han tomado como referencia un total de 221.655 mediciones de monóxido de carbono en los países de la Unión europea entre el 2006 y el 2008 (90.795 entre fumadores y 130.776 entre no fumadores), 12.373 de las cuales (5.223 fumadores y 7.150 no fumadores) se realizaron en España.
Para la obtención de estas mediciones se utilizó la cooximetría, prueba que mide la cantidad de CO en los pulmones y que en su funcionamiento es similar a un test de alcoholemia.
José Luis González Vallvé, director de la representación de la Comisión Europea en España, indicó que las consecuencias negativas del tabaco para la salud cuestan a Europa en torno a los 100.000 millones de euros al año, al tiempo que se pierden 650.000 vidas anuales.
Descenso del nivel de CO
Otras de las principales conclusiones que se extrae de este informe es la progresiva disminución que se ha registrado en los niveles de CO, tanto de los ciudadanos europeos como de los españoles, desde el segundo trimestre del 2006 hasta el segundo trimestre del 2008.
Aún así, el tabaco sigue siendo la mayor fuente de contaminación por CO en los ciudadanos de la Unión Europea, por encima de otras como el tráfico o la contaminación industrial.
El CO, uno de los principales componentes del humo del tabaco, es dañino tanto para el fumador activo como para el pasivo. Se trata, también, de un contaminante ambiental para el ser humano.
Los expertos definen dos perfiles diferentes de fumadores según reciban una «recompensa positiva» (aquellos que lo hacen por placer) o una «recompensa negativa (por ansiedad).
Lo más normal es que las mujeres se adscriban al primer perfil y los hombres al segundo. Para la tipología 'negativa' son recomendables los tratamientos farmacológicos para dejar de fumar. En el caso de la tipología 'positiva', se apuesta por un intensivo apoyo psicológico.
Diferentes tumores
Según el doctor Juan Antonio Riesco, coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, el hábito tabáquico puede conducir «a diferentes tipos de cáncer entre hombres y mujeres». Es más, como advierte el director de la representación de la Comisión Europea en España, José Luis González, las consecuencias negativas del tabaco para la salud cuestan a Europa en torno a 100.000 millones de euros al año, al tiempo que se pierden 650.000 vidas anuales.
Que fumar es muy perjudicial para la salud es una perogrullada. Pero que esta adicción también tiene diferencias de género era algo desconocido. Se ha encargado de constatarlo la Unión Europea en un amplio estudio en sus 27 países, en el que concluye que los hombres tienen aún más riesgo que las mujeres por el vicio tabáquico.
El informe -la mayor muestra jamás tomada en un análisis de estas características- demuestra que el tabaquismo es menos pernicioso para las hembras que para los varones, toda vez que éstas inhalan una menor cantidad de monóxido de carbono (CO) debido a que sus caladas son menos profundas e intensas y las realizan en número más reducido, por lo que toman menor cantidad de humo que llega a los pulmones. La forma de consumir el cigarro es también, por tanto, cuestión de sexos.
Según los datos de la Unión Europea, el nivel de CO de las mujeres españolas no fumadoras es de 3,2 partículas por millón (ppm), mientras que el de las fumadoras es de 15,7 ppm.
Estos niveles contrastan con los de los hombres, que son superiores en ambos casos: los no fumadores se encuentran en 3,6 ppm y los fumadores en 17,6 ppm. La diferencia, como se percibe, es aún más acusada en el grupo de fumadores.
Dicha tendencia es similar al del resto de Europa. Se considera que el CO es un agente peligroso para la contaminación ambiental cuando sobrepasa los 8,85 ppm.
Para la confección de este estudio, colofón de la campaña preventiva comunitaria de cuatro años de duración denominada 'HELP-Por una vida sin tabaco', se han tomado como referencia un total de 221.655 mediciones de monóxido de carbono en los países de la Unión europea entre el 2006 y el 2008 (90.795 entre fumadores y 130.776 entre no fumadores), 12.373 de las cuales (5.223 fumadores y 7.150 no fumadores) se realizaron en España.
Para la obtención de estas mediciones se utilizó la cooximetría, prueba que mide la cantidad de CO en los pulmones y que en su funcionamiento es similar a un test de alcoholemia.
José Luis González Vallvé, director de la representación de la Comisión Europea en España, indicó que las consecuencias negativas del tabaco para la salud cuestan a Europa en torno a los 100.000 millones de euros al año, al tiempo que se pierden 650.000 vidas anuales.
Descenso del nivel de CO
Otras de las principales conclusiones que se extrae de este informe es la progresiva disminución que se ha registrado en los niveles de CO, tanto de los ciudadanos europeos como de los españoles, desde el segundo trimestre del 2006 hasta el segundo trimestre del 2008.
Aún así, el tabaco sigue siendo la mayor fuente de contaminación por CO en los ciudadanos de la Unión Europea, por encima de otras como el tráfico o la contaminación industrial.
El CO, uno de los principales componentes del humo del tabaco, es dañino tanto para el fumador activo como para el pasivo. Se trata, también, de un contaminante ambiental para el ser humano.
Los expertos definen dos perfiles diferentes de fumadores según reciban una «recompensa positiva» (aquellos que lo hacen por placer) o una «recompensa negativa (por ansiedad).
Lo más normal es que las mujeres se adscriban al primer perfil y los hombres al segundo. Para la tipología 'negativa' son recomendables los tratamientos farmacológicos para dejar de fumar. En el caso de la tipología 'positiva', se apuesta por un intensivo apoyo psicológico.
Diferentes tumores
Según el doctor Juan Antonio Riesco, coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, el hábito tabáquico puede conducir «a diferentes tipos de cáncer entre hombres y mujeres». Es más, como advierte el director de la representación de la Comisión Europea en España, José Luis González, las consecuencias negativas del tabaco para la salud cuestan a Europa en torno a 100.000 millones de euros al año, al tiempo que se pierden 650.000 vidas anuales.
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