La Generalitat deberá indemnizar con 12.000 euros a una profesora agredida en El Prat. El fallo reconoce el anormal funcionamiento de la administración por no advertir de la agresividad del alumno que la golpeó | La mujer pedía la incapacidad permanente. EFE Barcelona | 25/11/2008
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha condenado al Departamento de Educación a indemnizar con 12.000 euros a una profesora de instituto por no haber sido advertida de la conducta agresiva de un alumno que la golpeó en clase.
El alto tribunal catalán acuerda elevar la indemnización de 1.500 euros que la Generalitat concedió a la profesora por la agresión, que ocurrió en el año 2004 cuando estaba de guardia en el instituto Baldiri Guilera de El Prat de Llobregat (Barcelona).
El fallo reconoce el anormal funcionamiento de la administración por no haber advertido a la profesora del comportamiento agresivo del alumno, que la golpeó en la cara y la agarró por el cuello, mientras la sujetaba contra la pared con la rodilla delante del resto de estudiantes.
La mujer pedía una indemnización de 392.700 euros por incapacidad permanente, alegando que la depresión que le provocó ese episodio de violencia escolar precipitó su jubilación. La sentencia, no obstante, considera que la incapacidad derivada de esa agresión se limita a entre tres y cuatro meses y una secuela consistente en síndrome de estrés postraumático.
* Condenan a la Generalitat a pagar 100.000 euros a una joven agredida por otras alumnas
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha condenado al Departamento de Educación a indemnizar con 12.000 euros a una profesora de instituto por no haber sido advertida de la conducta agresiva de un alumno que la golpeó en clase.
El alto tribunal catalán acuerda elevar la indemnización de 1.500 euros que la Generalitat concedió a la profesora por la agresión, que ocurrió en el año 2004 cuando estaba de guardia en el instituto Baldiri Guilera de El Prat de Llobregat (Barcelona).
El fallo reconoce el anormal funcionamiento de la administración por no haber advertido a la profesora del comportamiento agresivo del alumno, que la golpeó en la cara y la agarró por el cuello, mientras la sujetaba contra la pared con la rodilla delante del resto de estudiantes.
La mujer pedía una indemnización de 392.700 euros por incapacidad permanente, alegando que la depresión que le provocó ese episodio de violencia escolar precipitó su jubilación. La sentencia, no obstante, considera que la incapacidad derivada de esa agresión se limita a entre tres y cuatro meses y una secuela consistente en síndrome de estrés postraumático.
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