Mientras la mitad de la humanidad utiliza aclaradores de piel, la otra mitad se broncea con rayos UVA o el sol para oscurecer su piel

EN BLANCO Y NEGRO Cecilia López Montaño Alicia Briceño Muñoz Washington, Agosto 1o. del 2001

En pleno siglo XXI una gran parte de la humanidad todavía ve el mundo en blanco y negro.

Parece mentira pero después de decenas de años de haber sido abolida la esclavitud y luego de la aparente aceptación planetaria de la existencia de un mundo pluriétnico y pluricultural, para millones de personas el ser de la raza blanca o de la negra, aún cuenta mucho y marca una enorme diferencia.

Una marca en blanco y negro que divide a la raza humana por el color de la piel y, del cual, puede depender el éxito o el fracaso de una persona, especialmente cuando es esta quien se auto discrimina o, acepta de manera implícita, que esto suceda. Es lo que está ocurriendo hoy con un gran número de africanos -la mayoría mujeres y algunos hombres - que vienen permitiendo que el mundo de los blancos los encadene de nuevo pero esta vez a sus estereotipos de belleza. Según estos, en lo que al color de la piel se refiere, la blanca o piel clara es sinónimo de belleza y, la negra, pues no está considerada del todo dentro de esta categoría.

Un artículo de la prestigiosa revista internacional Time revela como los aclaradores de la piel son un negocio bastante rentable en África. Y aunque la mayoría de las cremas y pociones para blanquear la piel negra contiene hidroquinona, que puede ocasionar graves daños en la piel e incluso el cáncer, decenas de mujeres las vienen usando desde hace años, porque la idea de que la piel clara es más atractiva prácticamente ha echado raíces.

Una percepción tan equivocada como la que en otrora convirtió a la gente de raza negra en seres inferiores pero de la cual la industria de los cosméticos, de la mano de la publicidad y los medios masivos de comunicación, saca el mejor fruto. Una trivialidad que a pesar de pertenecer al mundo de la imagen, hoy tan explotada y exaltada aún por encima de los valores morales, hace pensar que no ha transcurrido el tiempo terrenal suficiente para lograr que madure en la conciencia colectiva de la raza humana, el principio universal de la igualdad de todos los hombres, como una realidad plenamente aceptada y compartida.

Por ahora lo que sí comparten gran parte de los terrestres es ese mundo de la imagen con sus estereotipos de belleza, riqueza y éxito. Una realidad que además de convertir al propio género humano en otro artículo de consumo masivo es, primero, una verdad relativa y, segundo, una entelequia inaccesible para millones de seres humanos porque en el fondo en el actual mundo globalizado todo es cuestión de dinero.

Tanto es así que en África esas chicas que se aclaran la piel, a pesar de correr el enorme riesgo de que con el tiempo estos "milagros" del mercado marquen nudos sobre su piel o dejen translucir sus venas, invierten mucho tiempo, dinero y esfuerzo. ¿Todo para qué? No sólo para ser más bellas según los cánones de los blancos, sino para ser aceptadas por estos que continúan dominando el mundo. Si no logran blanquearse podrían ver limitadas muchas de sus opciones, aunque estas pertenezcan al universo de los sueños temporales. Y si deciden ser hermosas como lo son dentro de la diversidad que debe existir y que es propia del planeta, podrían ubicarlas al borde de la discriminación como está ocurriendo. La modelo keniata Bidanya Barassa, le dijo a Time que "no ha sido contratada para algunos trabajos y que incluso perdió concursos porque los jueces o clientes prefieren modelos con piel más clara".

Así las cosas, definitivamente la humanidad no sólo no ha superado el racismo sino que está lejos de hacerlo, máxime cuando hoy hasta el dinero tiene color. Por otra parte también, habría que reflexionar sobre la incongruencia de este mundo, en el cual, mientras la mitad de la humanidad utiliza aclaradores de piel, la otra mitad acude a las cámaras solares artificiales o se recuesta bajo el sol para lograr un bronceado perfecto o un tono de la epidermis medio oscuro.
* L´Oreal, acusada de blanquear la piel de Beyoncé en una campaña