El humo del tabaco contamina más que el del coche y la industria. El humo del tabaco contamina incluso más que el de los coches y el de las fábricas. Así lo revela un estudio realizado por la Unión Europea en el que vuelve a reiterar que el tabaco no sólo es perjudicial para los fumadores sino también para los no fumadores. De hecho, los pulmones de éstos contienen una cantidad de monóxido de carbono (CO) que se aproxima a los niveles de alerta, fijados en 8,5 partes por millón de este gas (ppm).
Una prueba similar a la del alcohol
La cooximetría es un test que mide el nivel de monóxido de carbono (CO) en los pulmones, uno de los componentes más peligrosos del humo del tabaco que reduce la eficiencia del sistema cardiovascular. Es muy similar al test que emplea Tráfico para conocer si un conductor ha ingerido alcohol. Basta con soplar, para conocer las cantidades de partículas de CO que contienen los pulmones.
La situación en España es desalentadora, al situarse como el octavo estado miembro con los niveles de COmás altos en sus ciudadanos, y eso pese a contar con una legislación a priori destinada a garantizar la salud de los no fumadores. La UE pide a España que refuerce la normativa - en concreto, que prohíba fumar en los espacios cerrados- y aumentar la presión fiscal al tabaco, las dos armas que se han mostrado eficaces en la defensa de la salud de los no fumadores.
Los datos del estudio HELP-COmets (Carbon Monoxide Measure of Exposure to Tobacco Smoke) se han extraído de las 111.835 cooximetrías (prueba que permite conocer la cantidad de monóxido de carbono que hay en el aire espirado) en toda la UE, de las que 5.126 se realizaron en España, en el último año y medio. De estos datos, se extrae que el tabaco es "la mayor fuente de contaminación por monóxido de carbono en los ciudadanos", por encima del tráfico y de la contaminación industrial, indicaron los doctores Carlos Jiménez y Juan Riesco, expertos en tabaquismo de la Sociedad España de Neumología y encargados de presentar el citado informe.
Éstos informaron que las citadas cooximetrías mostraban que los pulmones de los fumadores como de los no fumadores expuestos al humo del tabaco - los llamados fumadores pasivos- contenían de media 8 partículas por millón de este gas, cuando 8,5 ppm es la cantidad considerada peligrosa para la salud. En los fumadores activos, el nivel de CO se duplicó hasta alcanzar una media de 17,5 ppm. En las personas que no fuman ni tampoco están expuestas al humo del tabaco, la media es de 3,9 ppm.
En España la situación es ligeramente mejor, al comprobarse que los fumadores pasivos tenían una media de 6ppm y los activos, 16,5. Pero esto no impide que se sitúe en el puesto octavo con más nivel de CO. La causa, a decir de los expertos, es que la ley antitabaco no ha servido para proteger a los ciudadanos que no fuman. Y es que, según este informe, los países que cuentan con una legislación restrictiva, los índices de CO exhalado son los más bajos, como es el caso de Irlanda. La UE insta a España a proteger eficazmente la salud de los no fumadores restringiendo el tabaco en todos los espacios cerrados. Asimismo, pide aumentar los impuestos del tabaco, lo que repercutiría en el precio. Los datos apuntan a que el consumo desciende claramente cuando aumenta el precio de la cajetilla. El coste medio de ésta en España es de 2,95 euros y en la UE, de 3,48.
La UE recuerda que cada año fallecen en España entre 5.000 y 6.000 personas por problemas relacionados con la inhalación pasiva del humo.
Una prueba similar a la del alcohol
La cooximetría es un test que mide el nivel de monóxido de carbono (CO) en los pulmones, uno de los componentes más peligrosos del humo del tabaco que reduce la eficiencia del sistema cardiovascular. Es muy similar al test que emplea Tráfico para conocer si un conductor ha ingerido alcohol. Basta con soplar, para conocer las cantidades de partículas de CO que contienen los pulmones.
La situación en España es desalentadora, al situarse como el octavo estado miembro con los niveles de COmás altos en sus ciudadanos, y eso pese a contar con una legislación a priori destinada a garantizar la salud de los no fumadores. La UE pide a España que refuerce la normativa - en concreto, que prohíba fumar en los espacios cerrados- y aumentar la presión fiscal al tabaco, las dos armas que se han mostrado eficaces en la defensa de la salud de los no fumadores.
Los datos del estudio HELP-COmets (Carbon Monoxide Measure of Exposure to Tobacco Smoke) se han extraído de las 111.835 cooximetrías (prueba que permite conocer la cantidad de monóxido de carbono que hay en el aire espirado) en toda la UE, de las que 5.126 se realizaron en España, en el último año y medio. De estos datos, se extrae que el tabaco es "la mayor fuente de contaminación por monóxido de carbono en los ciudadanos", por encima del tráfico y de la contaminación industrial, indicaron los doctores Carlos Jiménez y Juan Riesco, expertos en tabaquismo de la Sociedad España de Neumología y encargados de presentar el citado informe.
Éstos informaron que las citadas cooximetrías mostraban que los pulmones de los fumadores como de los no fumadores expuestos al humo del tabaco - los llamados fumadores pasivos- contenían de media 8 partículas por millón de este gas, cuando 8,5 ppm es la cantidad considerada peligrosa para la salud. En los fumadores activos, el nivel de CO se duplicó hasta alcanzar una media de 17,5 ppm. En las personas que no fuman ni tampoco están expuestas al humo del tabaco, la media es de 3,9 ppm.
En España la situación es ligeramente mejor, al comprobarse que los fumadores pasivos tenían una media de 6ppm y los activos, 16,5. Pero esto no impide que se sitúe en el puesto octavo con más nivel de CO. La causa, a decir de los expertos, es que la ley antitabaco no ha servido para proteger a los ciudadanos que no fuman. Y es que, según este informe, los países que cuentan con una legislación restrictiva, los índices de CO exhalado son los más bajos, como es el caso de Irlanda. La UE insta a España a proteger eficazmente la salud de los no fumadores restringiendo el tabaco en todos los espacios cerrados. Asimismo, pide aumentar los impuestos del tabaco, lo que repercutiría en el precio. Los datos apuntan a que el consumo desciende claramente cuando aumenta el precio de la cajetilla. El coste medio de ésta en España es de 2,95 euros y en la UE, de 3,48.
La UE recuerda que cada año fallecen en España entre 5.000 y 6.000 personas por problemas relacionados con la inhalación pasiva del humo.
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